Conocé la "Narco-mansión" en el medio de una favela

El ejército se encontró con una lujosa residencia de uno de los traficantes más importantes

Los jefes de la droga vivían como reyes en las favelas cariocas del Complexo do Alemao, reconquistadas este domingo por las Fuerzas de Seguridad tras permanecer durante años bajo el control del narcotráfico.
La operación policial y militar en la zona norte de Río de Janeiro no sólo sirvió para arrebatarles el territorio a los criminales, sino también para descubrir la opulencia de los palacios desde los que dominaban las barriadas.


 

En lo alto de una de las colinas de Alemao, apenas a 300 metros de la posición en que se encontraban los blindados desde el viernes, los agentes se toparon con una lujosa mansión de cuatro plantas que supuestamente se construyó el traficante Luciano Martiniano da Silva, alias Pezao.
Suelos de porcelanato recibían a los visitantes de camino hacia las amplias habitaciones, todas ellas con televisiones LCD y aire acondicionado. En la cocina, electrodomésticos de acero de primera línea y mesas de cristal.


Menudeces comparadas con la bañera de hidromasaje -prácticamente a estrenar- que Pezao se había instalado en una de las estancias y, sobre todo, con la piscina exterior desde la que divisaban los centenares de viviendas humildes amontonadas en la quincena de comunidades que componen Alemao.
Antes de abandonar la mansión, el narcotraficante reventó parte del techo, de las paredes y de los espejos, donde se sospecha que ocultaba drogas, dinero o armamento. La piscina, en cambio, quedó intacta para que los niños de la favela festejaran la esperada "liberación" chapoteando en el agua.


Invasión de  la favela Alemao


Las tropas policiales y militares ingresaron con tanques blindados por las angostas calles del Complejo Alemao, un conjunto de más de 12 favelas en el norte de Río de Janeiro y donde unos 500 narcotraficantes se negaban a rendirse.


Cuando habían pasado dos horas de la invasión -que fue resistida con armas de guerras por los narcos que desde el jueves están escondidos entre las casas de inocentes moradores- el comando de policía informó que había llegado al punto más alto del morro de la urbanización.


Una señal de que la favela iba a ser dominada por las fuerzas que luchan contra el narcotráfico.
Desde hace una semana, Río de Janeiro vive una verdadera guerra contra los varones de la droga del Comando Vermelho que lanzaron una ola de ataques en la ciudad.La noche de ayer fue de pura tensión en el norte de la ciudad.


Al atardecer había vencido el ultimátum dado a los narcos para que se rindieran. A esa hora comenzó un tiroteo intenso que se extendió durante toda la noche.Todavía no se sabe cuál es el saldo de la operación que todavía sigue en marcha en busca de los traficantes escondidos en los laberintos de una de las favelas más extensas y peligrosas de Río.


29 de noviembre de 2010

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