Olga, que siempre ha mantenido una enorme discreción respecto de su relación con el “Gitano”, habló en el programa radiofónico “A todo Sandro”, que se emite por Cadena 3. Allí explicó que tiene en su poder un ADN realizado por el cantante en 2005, que Sandra Borda hizo uno que resultó negativo, y que sufrió siete meses de problemas económicos por medidas cautelares que le trabó la aún supuesta hija.
“Sandra Borda equivocó el camino -dijo Garaventa-. Si ella hubiera venido a mi casa, yo la hubiera recibido porque yo soy madre. Y si le inculcaron una ilusión o una fantasía que no es cierta, debió haber venido en el momento en que Roberto vivía y me hubiera dicho: ‘Mire, Olga, yo quiero sacarme esa duda y -como ella dice-yo quiero mirarlo a los ojos’, le hubiera conseguido una entrevista. Y Roberto no la hubiera rechazado, porque era un señor con códigos y don de gentes”. Pero el punto fuerte de la nota fue la revelación de que, efectivamente, Sandro se realizó en 2005 un análisis de ADN.
“Mi esposo -explicó Olga- el 5 de diciembre de 2005, antes de hacerse su primera operación, se lo hizo. Me miró fijo con esa mirada tan hermosa que tenía y me dijo: ‘Señora, voy a hacer esto porque no quiero que a usted nadie la moleste’. Yo le dije que no había necesidad y él me dijo: ‘No, me voy a hacer un ADN y sólo por usted, porque no quiero que el día en que Ro berto Sánchez no exista venga nadie a molestarla’. No lo tomé muy en serio, hasta que un día llego a casa y me dice: ‘Me hice el ADN’. Se lo hizo en el laboratorio Menéndez y lo realizó la doctora Adriana Luchetti, tres días antes de operarse porque, claro, era una operación de gravedad. ‘Está bien, Rober, yo no creo que vaya a pasar’. ‘Olga -me dijo-, yo tengo mucho mundo, yo sé cómo es todo esto’. El ADN original lo tengo yo y otra copia el abogado”.
Garaventa dijo también que Sandro previó un episodio como éste: “Se quejaba porque no había tenido hijos; y yo siempre le dije que a mí lo que me importaba era que él estuviera bien, que su vida anterior no me importaba para nada. ‘No, no, no, pero esto es muy importante; si yo hubiera tenido hijos no tendría por qué hacérmelo”.
La posibilidad de que la justicia ordene una exhumación del cadáver de Sandro es algo que Olga no puede soportar. “Estamos destrozados. Mis hijos y yo sabemos lo duro que fue. Si pasara algo así, porque yo no me puedo oponer si lo ordena la Justicia, me muero”.
Con un tono claro, sin desbordes y con mucha seriedad, la mujer también contó que Sandra Borda ya se había hecho un ADN. “Hablé con la doctora Luchetti y ella fue muy clara: ‘Mire -me dijo-, Sandra Borda se hizo un ADN y no tiene nada en común con su esposo”.
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18 de octubre de 2010