Creen que el suegro de Érica veló a la joven
Se complica la situación del novio.
El caso de Érica Soriano, la joven embarazada desaparecida desde el 21 de agosto, tomó en las últimas horas un vuelco inesperado.
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A esta altura de la investigación, se puede denotar que los índices de los investigadores apuntan hacia la misma persona que el de los familiares: su novio, Daniel Lagostena. El padre de Lagostena es propietario de la casa de velatorios "La Paz", ubicada en Lanús, la cual para las autoridades puede tener seria relación con la desaparición de Érica.
Desde el 21 de agosto, se velaron en esa casa 23 cuerpos. Por estos momentos, la justicia está indagando a los familiares de estas 23 personas fallecidas en busca de testimonios esclarecedores.
Pero lo más llamativo es que, en las próximas horas, los mencionados cadáveres podrían ser exhumados por orden de la Justicia.
Esta medida seguramente se debe a la sospecha de los investigadores de que en alguna de esas tumbas puedan encontrar el cuerpo de Érica, lo cual daría a los familiares de la joven la peor noticia y dejaría en una situación muy comprometida a Daniel Lagostena y su padre.
Los investigadores sopechan que Lagostena, con colaboración de algunos familiares, podría haberse deshecho del cuerpo de Érica, haciéndolo pasar por alguno de los cadáveres que pasaron por la cochería.
Por su parte, Verónica, la hermana mayor de Érica, ratificó las sospechas sobre el novio y advirtió que “las contradicciones con las que se estuvo manejando Daniel, las incoherencias, son moneda corriente. Él solo se está armando su camino”, sentenció.
Esta semana, Lagostena habló por televisión y dijo sentirse “angustiado” y con “impotencia” por la situación y las acusaciones de la familia de su pareja. Además, aclaró que siempre “tuvo las puertas abiertas de la casa (que compartía con Érica) para los investigadores”.
En cuanto a la investigación, queda pendiente la declaración de la hija de Erika, quien tiene 12 años, a través de una cámara gesell. “Todavía no la hicieron porque ella estaba muy angustiada, así que quedó agendado para el 30”, explicó Verónica.
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