¿Magia o negocio? Espinoza dice que va a "esfumar" toda la basura de Catán
El proyecto CARE pretende transformar los residuos en energía "mágicamente". "Como ya estamos enfermos, esto no les genera costo político a futuro", denunciaron a 24CON.
Con las consecuencias de vivir y convivir con la contaminación durante tres décadas, vecinos de González Catán descreen de las promesas del proyecto municipal –que implica la transformación “mágica” de residuos en energía renovable de forma limpia e inocua- y advierten sobre la instalación de un nuevo basural, a pocas cuadras de donde funciona hasta el día de hoy el relleno sanitario de la CEAMSE.
El proyecto bautizado como CARE –Centro Ambiental de Recomposición Energética- fue presentado en el mes de julio y plantea un convenio entre La Matanza, y otros organismos. Con una inversión estimada en 600 millones de pesos, promete transformar la totalidad de los residuos del partido en energía eléctrica y diesel, “sin enterrar un gramo más de basura”. Una promesa tan seductora como utópica.
Un cementerio por otro
El lugar elegido para la instalación del “Centro de reconversión” ocupará 25 de las 100 hectáreas que el municipio tiene en la intersección de la Ruta 1001 y la calle Conde. Originalmente, el terreno fue adquirido porque allí estaba pensada la instalación de un cementerio municipal que sirva para como reemplazo al de Villegas. Además, se iba a ampliar el barrio “El Dorado”. Ambos proyectos quedaron truncos y el terreno ahora se destinaría a este proyecto, en un sitio estratégico.
“Es un punto clave para que los camiones con desechos lleguen de otros municipios. Ellos lo estudiaron, pensaron que nos íbamos a poner contentos por cerrar la CEAMSE y, como ya estamos contaminados y enfermos, no les genera costo político a futuro, porque cuando digamos que nos enfermamos por el CARE, nos van a decir que es por la CEAMSE, que ya está demostrado”, sostuvo Frutos.
Además, la titular de la ONG puso en tela de jucio el destino de las 75 hectáreas restantes: "¿Cómo podemos estar seguros de que no van a enterrar desechos en ese sector cuando se agote el espacio en la CEAMSE?", exclamó. Asunto que podría convertir la "nueva salvación" en un nuevo relleno sanitario, igual al que las autoridades juran desde hace años que quieren cerrar.
La máquina de “Harry Potter”
Cuando se acercaron los funcionarios del municipio a plantear el proyecto a los vecinos, Frutos relata que le aseguraron textualmente que la maquinaria que se utilizaría en el nuevo centro “es como la máquina de Harrry Potter”, en referencia a la transformación mágica de los desechos en combustible. Sin embargo, la llamativa falta de información y detalles sobre el proyecto alertó a los habitantes.
“Dijeron que el estudio de impacto ambiental está hecho, pero todavía no lo hicieron público ni mostraron nada, tampoco explican cómo transformar los desechos en energía sin combustión ni qué van a hacer con los desechos que sobren de ese proceso”, explicó y se mostró escéptica sobre el proceso de “despolimerización catalítica sin presión” que se promete.
Ciertamente, no hay antecedentes satisfactorios de este tipo de procesos ni similares para el caudal de basura de La Matanza, actualmente calculada en 1240 toneladas diarias que llegan en 151 camiones.
Así lo certifica Lorena Pujó, integrante de la campaña contra la contaminación de la organización ecologista Greenpeace. En una carta que envió a los concejales matanceros, hizo especial referencia a la falta de información detallada sobre las características técnicas y económicas de las tecnologías propuestas y la falta de respeto que significa proponer “soluciones mágicas e improvisadas” a vecinos que trabajan desde hace mucho tiempo contra la contaminación.
Además, advirtió que a nivel mundial los proyectos similares a este de incineración con recuperación de energía son “tecnologías alternativas que operan a menores temperaturas y niveles de oxígeno que la incineración convencional y no sólo no han demostrado ser viables para el tratamiento de residuos a una escala significativa sino que además han resultado ser muy riesgosas desde el punto de vista ambiental, social y económico, por las emisiones de sustancias tóxicas, recurrentes fallas operativas y escasa generación de energía”.
Un debate postergado
Durante dos sesiones consecutivas, el Concejo Deliberante de La Matanza evitó tratar el tema por la falta de información brindada a los concejales y demás “errores burocráticos” en la presentación del proyecto. Este jueves se espera que debatan sobre la ratificación del convenio entre las tres partes involucradas.
Entre los puntos que no quedan claros, uno de los principales en discusión es el inciso 2do. del artículo 4to., en donde se establece que la facultad para recibir residuos para su tratamiento y disposición final de cualquier otro ente gubernamental. Esto podría hacer que llegue basura a Catán de otros municipios, la ciudad de Buenos Aires, provincias o incluso países vecinos.
Tampoco queda en claro la cantidad de hectáreas que se utilizarán, la falta de información detallada –en realidad solamente se acompañó el proyecto con un anexo de una carilla- y la ausencia de un cronograma de desembolsos del dinero destinado, como así también la contradicción en el tiempo en que funcionará el Centro.
13 de septiembre de 2010
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