Un maestro de jardín habría abusado de 70 chicos jugando al "prende y apaga"

El profesor daba clases de música en un jardín de Merlo. El método que utilizaba para violar a los menores.

De pronto, el aula quedaba a oscuras y la música enmudecía. Los chicos, todos de 3 y 4 años, iban pasando frente al profesor de música, que los sometía a distintas aberraciones sexuales. El “juego” se llamaba “prende y apaga” y se desarrollaba en un jardín de infantes de Merlo, donde las víctimas, estiman, fueron 70 niños. Así lo contaron los propios chicos en la causa judicial, que en los próximos días tendrá su juicio oral. “Queremos que este monstruo no salga más de la cárcel”, dijo una de las madres damnificadas.

Héctor Ibarra, titular de la asociación Li-May, comentó a Diario Popular que “los cargos contra el profesor de música Sebastián Pécolo son gravísimos, y las pruebas contundentes, por lo que se espera una condena ejemplar”.
Imagen ilustrativa

El debate oral se desarrollará a partir del próximo 9 de septiembre, en en el Tribunal Oral y Criminal Nº2 de Morón. El fiscal de juicio será Walter Leguizamón. La carátula: “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por reiterado y por la condición de autoridad y con cargo de educación del imputado, por haber provocado un grave daño a la salud física y mental de las víctimas, en concurso real con corrupción de menores agravada y reiterada en concurso real”.

Andrea es la mamá de dos chicos presuntamente abusados por Pécolo. “El que rompió el silencio fue el más chico. Tenía 4 años recién cumplidos cuando me contó todo lo que le estaba haciendo. Fue en septiembre de 2007. Tiempo después, mi otro nene, que estaba en primer grado, también se animó a contar la verdad”, dijo la mujer.

“Cuando anoté a los chicos en esta escuela (Raíces y Alas, de la localidad de Libertad), me aseguraron que era muy seguro. Incluso, te mostraban que tenían cámaras en los baños y aulas. Pero después de comenzadas las denuncias contra Pécolo, nunca mostraron filmaciones, esgrimiendo que lo de la seguridad no era tan así. Una vergüenza”, expresó Andrea.

Ibarra, en tanto, comentó que “las denuncias son 70, todas de nenes chiquitos, de jardín y primer grado, pero pueden ser más, porque hay casos de nenes que también fueron abusados, pero sus padres no presentaron cargos y retiraron a los chicos del establecimiento”. También expresó que “para este juicio llegan 18 causas, y el resto será materia de un segundo debate oral, porque la instrucción se hacía muy larga”.
“Hay que pensar que cada denuncia requiere de testimonios en Cámara Gesell y mucha intervención de profesionales. La fiscalía tomó la decisión de someter ahora a Pécolo a un juicio por los 18 casos que se terminaron de instruir. Pero hay que decir que el segundo juicio es más grave aún, por la mayor cantidad de víctimas”, dijo Ibarra.


“Las primeras sospechas comenzaron antes del receso invernal de 2007. El nene estaba raro. Cuando retomó las clases, lo comenté en la escuela y me dijeron que era un tema de adaptación, pero el 28 de septiembre mi hijo contó todo. Hice la denuncia y ahí arrancó la pesadilla. Es que pronto llegamos a ser 70 los denunciantes, y todos fuimos ignorados por las autoridades escolares”, manifestó Andrea.

Al presentar la denuncia, el nene fue sometido a pericias, que comprobaron de manera irrefutable el abuso sexual. “Este monstruo le metía los dedos en la cola o lápices, después lo sacaba con restos de caca. Todo era parte de un juego macabro. Apagaban las luces del aula, bajaban la música y los chicos eran obligados a pasar al frente, donde eran abusados”, relató Andrea.

Pécolo, de acuerdo a lo informado por Ibarra, fue detenido en octubre de ese año, pero un año después, en una polémica medida de la jueza Mónica López Osornio, fue beneficiado con prisión domiciliaria. Los padres, al tomar contacto con la medida, hicieron marchas y se reunieron con el jefe de gabinete Aníbal Fernández. “El jefe de ministros se comprometió con la causa, y brindó todo el apoyo del Estado. Así, logramos revocarle el beneficio y llegar al juicio con este sujeto preso en Magdalena. El objetivo es que no salga nunca más. Es irrecuperable”, cerró Ibarra.

 

30 de agosto de 2010

Fuente: Diario Popular

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