Qué negocio se oculta detrás de los chips para perros
Deschavan vínculos del intendente con una empresa y el área de Salud provincial. "Está comprobado que el sistema es un fracaso", dijeron a 24CON.
Fuera de su incesante crítica a las pésimas condiciones en que funcionan varios departamentos de zoonosis municipales, ahora sectores proteccionistas de animales pusieron el grito en el cielo por la implementación de un sistema tecnológico que rastreará e identificará a perros. Denuncian estafas públicas y alegan que es considerado un fracaso a nivel mundial.
Es que en el municipio de General La Madrid, en el centro de la Provincia, realizarán una prueba piloto para colocar microchips a 2 mil perros, con el objetivo de identificarlos en una base de datos. La medida será financiada por la cartera de Salud bonaerense y la llevará a cabo Cybercampo, una empresa privada que, casualmente, se emplaza en la zona.
La idea-proyecto de esta compañía en conjunto con el municipio, fue presentada el año pasado ante la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), y se enmarca dentro del Programa Municipal de Tenencia Responsable de Mascotas.
Sin embargo, quedó en jaque cuando un grupo anónimo deschavó ciertos vínculos entre los responsables de la iniciativa. Es que cuenta con el visto bueno de la ex diputada Silvia Caballero, actual Subsecretaria de Control Sanitario de la Provincia, quien entró en diciembre en reemplazo de Alberto Costa (imputado en la causa de medicamentos truchos). Ahora bien, ¿cuál es su rol? Es la esposa del intendente de General La Madrid, Juan Carlos Pellita, quien mantendría una cercana relación con Cybercampo. Y de ahí se desprendería el entramado.
Por qué hablan de estafa
El tema es que si la prueba piloto funciona, esta empresa lamadrinense en conjunto con la cartera de Salud intentarán implementarla en el resto de los municipios de la Provincia. Por lo menos así lo confirmó oficialmente el vicepresidente de la compañía, Esteban Scaramella, en el programa televisivo PyM.
Según trascendió, el Estado le pagaría $35 en promedio por cada chip instalado en el animal, lo que suma un monto de $70 mil para la implementación en el distrito. Aunque según difundieron sectores proteccionistas se estima que la suma podría alcanzar los $12 millones para ejecutarla en el territorio provincial. “Y el sistema caería en un año”, dicen, porque posee un costo elevado, porque el chip migra a otra parte del cuerpo del animal (suelen introducirlo en el lomo, detrás de la cabeza), y esto también sufre consecuencias físicas en la mascota.
Al respecto, 24CON consultó a Jorge De Marco, director del Centro de Prevención de Crueldad al Animal (CPCA), quien manifestó: "Todos los informes de diferentes países demuestran el fracaso en la utilización de los microchips y su escaso acatamiento por parte de la población con el agravante que la implementación de este sistema coercitivo ha provocado que veterinarios inescrupulosos realicen la ilegal práctica de extirpación del microchip, muy frecuente sobre todo en España”.
“ Ya en el año 2007 el reconocido periódico Washington Post alertó sobre un informe donde entre los muchos motivos por los cuales se desaconsejaba la implantación de microchips , revelaba que los fabricantes habían ocultado información referida a la generalizada aparición de cáncer en animales implantados”, expresó.
Asimismo, sostuvo: "También es común en quienes lucran con esto se refieran al microchip como un ‘Dispositivo de rastreo’, engañando así a desprevenidos propietarios pensando que si su mascota se pierde será rastreada y localizada como si se tratara de un vehículo robado. Nada más alejado de la realidad". A lo que agregó: “El único método efectivo de identificación en el mundo sigue siendo la medalla identificatoria y el de respuesta mas rápida en retorno al hogar ante una pérdida”.
Es sabido que las pésimas condiciones higiénicas y los habituales malos tratos que reciben las mascotas en varios de los departamentos de zoonosis municipales es motivo de preocupación constante de los sectores proteccionistas de animales.
“¿Son los chips una prioridad?” Se preguntan el mismo grupo anónimo que también pone en el ojo de la tormenta al distrito. En un comunicado difundido por la Web, explican: “La Madrid tiene un solo veterinario municipal que castra “de favor” 4 perras cada 15 días, con total falta de asepsia y alto porcentaje de infecciones postoperatorias. Hay turnos dados hasta septiembre. Hay cientos de perros en las calles, sarnosos, enfermos, preñadas, en celo, cajas con cachorros. El refugio está desbordado y con epidemia de moquillo. No cuenta con reparos para el sol. No tiene casero. Los machos están sin castran y se matan en peleas. Hay escasa adopción por superpoblación. Nulo rol educativo. Concepción del animal descartable. Falta de políticas preventivas. Malgasto de los recursos públicos”.
20 de julio de 2010