Tito Speranza: ¿Regreso con gloria?

Realidad o ficción? ¿Pelea o enfrentamiento guionado? Fueron algunos de los interrogantes que se plantearon cuando el empresario chocolatero Ricardo Fort (41) tomó la decisión de despedir al custodio personal más popular de la Argentina y aledáneos, Tito Speranza (37). Un profesor de gimnasia que tuvo sus épocas de basquetbolista, y que desde hace algunos años decidió convertirse en personal de seguridad. Un celoso guardaespaldas, serio, puntual, respetuoso y de pocas palabras. Con eso sólo, a Marcelo Tinelli le alcanzó y le sobró para convertirlo en una especie de ídolo pagano.

El crecimiento de la popularidad de Tito empezó a molestar la atención de su patrón. El juego televisivo que Tinelli le planteaba quitándole protagonismo a Fort y ampliando los espacios de su custodio, que imperturbable no respondió ni contestó jamás a todos los estímulos burlones de Marcelo. Aplaudido en ShowMatch, adorado en el teatro Premier, donde Ricardo Fort produce y encabeza el espectáculo Fortuna, fueron agotando la paciencia del contratante, que lo despidió argumentando que no le había comunicado de su nuevo trabajo en los distintos boliches, y que de esta forma no estaría a su entera disposición, inclusive que hasta el asedio de la gente se había convertido en un elemento contraproducente para su seguridad.

Finalmente, Tito se fue sin hablar, y lo hizo por primera vez en Paparazzi, cuando en su tapa se descargó: “Fort es una porquería, una mala persona”, entre otros descargos y acusaciones que nos permitieron escuchar su voz por primera vez. El popular guardaespaldas pidió por favor que lo dejaran tranquilo, y que él no tenía la culpa del personaje que había creado Tinelli. A pocos días de haberse ido, la gente empezó a pugnar por el regreso de Tito a ShowMatch, cuando el propio Fort dijo que era caso cerrado, y “si me lo traen al programa, yo me voy”, argumentó. Pero el cariño del público no es reflexivo ni pensado, apenas un sentimiento que consagra o condena, y el tema es que el propio Tinelli empezó a darse cuento del pedido de la gente: “¡Que vuelva Tito!”, razón por la que fue citado por Ideas del Sur para contenerlo, para pedirle que recapacite y vuelva, y que le permitiera a Tinelli jugar con una fotografía gigante de él, con la que Marcelo marcó el pico máximo de su programa con 36 puntos de rating.

Ante esta situación, Alejandro Arellano y César Carozza fueron los operadores que llamaron a Tito para convercerlo de que debía volver, con otro dinero mensual, más importante, a cumplir las mismas tareas y el mismo rol, en el teatro y en ShowMatch. Eso sí, lo que exige Fort es que para que esto se concrete se debe dar un pedido de disculpas públicas, que Tito no hablará, pero lo comunicará a través de una carta firmada de puño y letra por él, como se había acordado al cierre de esta edición.

Mariana Genolet. Fotos: Carlos González