Jóvenes se ahorcan para llegar al clímax y mueren

La sensación de estar al límite en los adolescentes no puede ser frenada por ninguna barrera. Y una práctica de riesgo muy conocida es aguantar la respiración y sentir la falta de oxígeno, o bien “la sensación de afixia”. Esta vez, el hecho ocurrió en la localidad alemana de Bad Homburg, cuando Niklas, que estaba solo en su habitación, decidió estrangularse con un cable para experimentar la sensación producida cuando el oxígeno no llega al cerebro.

Gabriele, el padre del joven, contó que, cuando fue a su habitación a despertarlo, Niklas estaba en el suelo sin conocimiento y con un cable enrollado en su cuello. Su computadora estaba encendida y en ella había varios correos electrónicos saludándolo por su cumpleaños.

Según amigos del adolescente, no era la primera vez que realizaba esta práctica. “Niklas le contó a sus amigos que ahogarse le producía sensaciones fantásticas”, relató el padre.

Ahogarse hasta perder el conocimiento -el llamado "choking game"- se populariza y publicita en Internet como "droga natural", y sobre todo son niños y adolescentes la usan como modo de alterar sus sensaciones.

Según distintos testimonios y fotos que aparecen en la red, puede practicarse entre dos, que se ahogan mutuamente con las manos, o en solitario, usando cables o correas de perros, hasta perder la conciencia por causa de la hipoxia, es decir, la poca o nula llegada de oxígeno al cerebro.

Los padres del adolescente quieren darle difusión a las consecuencias de este “juego” para alertar a otros padres, ya que hasta el momento 80 jóvenes murieron sólo en Estados Unidos por llevar adelante esta práctica.

Según el neuropsiquiatra Guido Castañola, miembro del Centro de Terapia Cognitiva, la utilización de estos métodos responden a dinámicas diversas. “Hay cuestiones adaptativas propias de la adolescencia, cuando actúan respondiendo al grupo o a una moda, y también cuestiones compulsivas”, explica.

Sin embargo, el especialista aclara que, en muchas oportunidades, este juego supera la instancia lúdica para transformarse en una patología: “Cuando se genera la hipoxia, también se genera euforia. En algunos casos genera excitación, como si fuese una respuesta para intentar un grado de supervivencia. Es similar a alguna conducta adictiva. Muchos consumen popper o drogas fuertes buscando este grado de euforia, y con la hipoxia también se genera una adicción una vez que lo prueban”, destaca.

El psiquiatra recordó el trágico final del actor David Carradine, quién falleció con una soga en el cuello, y que muchos relacionaron con prácticas sexuales relacionadas con la asfixia. “Cuando se transforma en una patología, se llega a una sexualidad plena únicamente por medio de esas practicas. Si un chico lo prueba una vez en su vida no es patológico, pero si es el único método con el que consigue el orgasmo o un nivel suficiente de excitación, sí lo es”, diferenció.

No obstante, Castañola aclaró que habría que estudiar cada caso particular, y que, por lo general, en los adolescentes responde a la excesiva información que reciben, así como al interés por experimentar: “Internet, al ser tan masiva, lleva a que estas practicas bizarras, realizadas por grupos minoritarios, se copien en las grandes ciudades, sin tener un verdadero conocimiento sobre los peligros que encierra” finalizó el especialista.

 

 

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