Moda
Rejuvenecer sin bisturí
Un viaje por los tratamientos de belleza que ofrecen los spas más sofisticados del mundo.
Por Sana Butler
Acabo de pasar tres minutos desnuda y horrorizada dentro de un congelador sellado con una temperatura de 154 grados centígrados bajo cero. Llevo puesto un traje de baño, mitones y mocasines grises. Se me entumecieron las piernas y no puedo tocarme los brazos sin sentir que varias agujas me queman la piel. Los vellos de la nariz se congelaron después de respirar aquella bruma gélida de nitrógeno líquido. Y cuando la mujer que vigila la cámara del Hotel Haikko Mano and Spa (www.haikko.fi), en las afueras de Helsinki, comienza la cuenta regresiva, me dirijo tan rápido hacia la salida que casi resbalo y termino en el suelo. Fueron los tres minutos más interminables del día —quizás de mi vida—. Pero pienso volver mañana, y también al día siguiente, para repetir la experiencia. Porque estoy congelando mi cuerpo en aras de la belleza.
Utilizada con anterioridad para tratar lesiones deportivas, la “crioterapia” se transformó en una nueva fuente de la juventud. Durante los primeros 15 segundos, la sangre abandona la piel para calentar los órganos internos, y cuando regresa, bombea con fuerza por todo el cuerpo haciendo, que las células se contraigan y tensen. El procedimiento estimula el colágeno de circulación: una proteína fibrosa responsable de la tersura y firmeza cutánea, que abunda en la juventud pero disminuye con el paso de los años La piel va a terminar resplandeciente, me prometen.
Como una mujer que jamás recurrió a la ayuda del maquillaje, siempre imaginé que debía envejecer con elegancia y alegrarme de ello. Pero aquel proyecto, que parecía tan infalible a los 20 años, no es atractivo ahora que me aproximo a los 40 y la gravedad comienza a causar estragos.
Por suerte, la crioterapia y otras técnicas no quirúrgicas modernas demuestran que ya no tengo que someterme al bisturí para detener las agujas del reloj o mantener la belleza.
De hecho, la creciente demanda de intervenciones más económicas y menos agresivas (desde estiramientos del cutis con ondas de radio hasta los rellenos mamarios biodegradables) están “remodelando”, por así decirlo, la lucrativa industria de la cirugía plástica. En Gran Bretaña, por ejemplo, la cantidad de procedimientos no quirúrgicos se duplicó de 2006 a 2007, y ya representan el 80 por ciento del total de las intervenciones estéticas.
No sorprende, entonces, que estos procedimientos se integren a la oferta de hoteles spa en todo el mundo. La organización Leading Hotels of the World, que representa a más de 450 hoteles, resorts y spas, ofrece una amplia gama de alternativas en numerosos países.
El Hotel Carlsbad Plaza de la República Checa, por caso, también brinda crioterapia: los huéspedes —sobre todo locales— pasan varios minutos en un salón con temperaturas inferiores al punto de congelamiento (calsbadplaza.net). Pero también propone baños secos con dióxido de carbono, para el cual los especialistas envuelven el cuerpo en una bolsa de plástico llena de gas natural destinada a reducir las reacciones inflamatorias y promover la curación de cicatrices.
En el Terme di Saturnia Spa & Golf Resort, de la Maremma, Italia, los clientes pueden probar un tratamiento con “isoforesis” (desde US$ 240): una alternativa a la liposucción que recurre al ultrasonido para hacer que las vitaminas y extractos vegetales que se depositan debajo de la piel desintegren los depósitos de grasa.
Claro: la grasa suele ser un tormento femenino en caderas, cintura y muslos. Pero en el Pezula Hotel Resort & Spa, de Sudáfrica, aprendí que hay una zona del cuerpo donde puede ser buena: la cara. El tratamiento Derma Filler del resort recurre a un sustituto de la grasa que borra las líneas alrededor de los ojos, la nariz y la boca mediante una aguja que inyecta ácido hialurónico para levantar y alisar arrugas y pliegues. Los resultados del tratamiento de 30 minutos perduran hasta 30 meses, momento en el cual el gel se disuelve y es eliminado del cuerpo (pezularesorthotel.com). Pero ¿qué hacer con otras partes del cuerpo que se resisten al ejercicio? En el gimnasio, aún las mujeres más esbeltas tienen arrugadas las manos y rodillas. Pues bien, los médicos de Chica-Som International Health Resorts Niranlada Medi-Spa, de Tailandia, ofrecen un remedio: utilizar láseres infrarrojos como Titán y tratamientos de radiofrecuencia como Thermage para aclarar y alisar la piel flácida (chivasom.com).
En el mundo de la belleza, cualquier procedimiento que brinde resultados instantáneos no tiene competencia. Es por eso que la noche antes de tratar de enfundarme el vestido de novia o gala, recibiré un tratamiento tonificante y reafirmante Ionithermie como el que administran en el Jebel Ali Golf Resort & Spa, en Dubai. El procedimiento consiste en aplicar una mascarilla de arcilla y algas en el área que necesite “esculpirse” y luego pasar una corriente eléctrica por la mascarilla para contraer los músculos durante treinta minutos, liberando toxinas y agua. Se dice que las medidas “antes y después” reflejan una pérdida de hasta 30 centímetros, sobre todo de agua (jebelali-international.com).
Y si el problema es el tamaño de los senos, el instituto The Harvey Clinic of Harley Street, en Londres (www.theprivateclinic.co.uk), es pionero en un novedoso procedimiento de aumento mamario que inyecta en la zona un gel Macrolane biodegradable. El nuevo volumen dura entre 12 y 14 meses antes de que el fenomenal escote vuelva a perderse. Sin embargo, ¿quién sabe qué otros nuevos métodos poco agresivos hayan sido inventados para entonces?
Acabo de pasar tres minutos desnuda y horrorizada dentro de un congelador sellado con una temperatura de 154 grados centígrados bajo cero. Llevo puesto un traje de baño, mitones y mocasines grises. Se me entumecieron las piernas y no puedo tocarme los brazos sin sentir que varias agujas me queman la piel. Los vellos de la nariz se congelaron después de respirar aquella bruma gélida de nitrógeno líquido. Y cuando la mujer que vigila la cámara del Hotel Haikko Mano and Spa (www.haikko.fi), en las afueras de Helsinki, comienza la cuenta regresiva, me dirijo tan rápido hacia la salida que casi resbalo y termino en el suelo. Fueron los tres minutos más interminables del día —quizás de mi vida—. Pero pienso volver mañana, y también al día siguiente, para repetir la experiencia. Porque estoy congelando mi cuerpo en aras de la belleza.
Utilizada con anterioridad para tratar lesiones deportivas, la “crioterapia” se transformó en una nueva fuente de la juventud. Durante los primeros 15 segundos, la sangre abandona la piel para calentar los órganos internos, y cuando regresa, bombea con fuerza por todo el cuerpo haciendo, que las células se contraigan y tensen. El procedimiento estimula el colágeno de circulación: una proteína fibrosa responsable de la tersura y firmeza cutánea, que abunda en la juventud pero disminuye con el paso de los años La piel va a terminar resplandeciente, me prometen.
Como una mujer que jamás recurrió a la ayuda del maquillaje, siempre imaginé que debía envejecer con elegancia y alegrarme de ello. Pero aquel proyecto, que parecía tan infalible a los 20 años, no es atractivo ahora que me aproximo a los 40 y la gravedad comienza a causar estragos.
Por suerte, la crioterapia y otras técnicas no quirúrgicas modernas demuestran que ya no tengo que someterme al bisturí para detener las agujas del reloj o mantener la belleza.
De hecho, la creciente demanda de intervenciones más económicas y menos agresivas (desde estiramientos del cutis con ondas de radio hasta los rellenos mamarios biodegradables) están “remodelando”, por así decirlo, la lucrativa industria de la cirugía plástica. En Gran Bretaña, por ejemplo, la cantidad de procedimientos no quirúrgicos se duplicó de 2006 a 2007, y ya representan el 80 por ciento del total de las intervenciones estéticas.
No sorprende, entonces, que estos procedimientos se integren a la oferta de hoteles spa en todo el mundo. La organización Leading Hotels of the World, que representa a más de 450 hoteles, resorts y spas, ofrece una amplia gama de alternativas en numerosos países.
El Hotel Carlsbad Plaza de la República Checa, por caso, también brinda crioterapia: los huéspedes —sobre todo locales— pasan varios minutos en un salón con temperaturas inferiores al punto de congelamiento (calsbadplaza.net). Pero también propone baños secos con dióxido de carbono, para el cual los especialistas envuelven el cuerpo en una bolsa de plástico llena de gas natural destinada a reducir las reacciones inflamatorias y promover la curación de cicatrices.
En el Terme di Saturnia Spa & Golf Resort, de la Maremma, Italia, los clientes pueden probar un tratamiento con “isoforesis” (desde US$ 240): una alternativa a la liposucción que recurre al ultrasonido para hacer que las vitaminas y extractos vegetales que se depositan debajo de la piel desintegren los depósitos de grasa.
Claro: la grasa suele ser un tormento femenino en caderas, cintura y muslos. Pero en el Pezula Hotel Resort & Spa, de Sudáfrica, aprendí que hay una zona del cuerpo donde puede ser buena: la cara. El tratamiento Derma Filler del resort recurre a un sustituto de la grasa que borra las líneas alrededor de los ojos, la nariz y la boca mediante una aguja que inyecta ácido hialurónico para levantar y alisar arrugas y pliegues. Los resultados del tratamiento de 30 minutos perduran hasta 30 meses, momento en el cual el gel se disuelve y es eliminado del cuerpo (pezularesorthotel.com). Pero ¿qué hacer con otras partes del cuerpo que se resisten al ejercicio? En el gimnasio, aún las mujeres más esbeltas tienen arrugadas las manos y rodillas. Pues bien, los médicos de Chica-Som International Health Resorts Niranlada Medi-Spa, de Tailandia, ofrecen un remedio: utilizar láseres infrarrojos como Titán y tratamientos de radiofrecuencia como Thermage para aclarar y alisar la piel flácida (chivasom.com).
En el mundo de la belleza, cualquier procedimiento que brinde resultados instantáneos no tiene competencia. Es por eso que la noche antes de tratar de enfundarme el vestido de novia o gala, recibiré un tratamiento tonificante y reafirmante Ionithermie como el que administran en el Jebel Ali Golf Resort & Spa, en Dubai. El procedimiento consiste en aplicar una mascarilla de arcilla y algas en el área que necesite “esculpirse” y luego pasar una corriente eléctrica por la mascarilla para contraer los músculos durante treinta minutos, liberando toxinas y agua. Se dice que las medidas “antes y después” reflejan una pérdida de hasta 30 centímetros, sobre todo de agua (jebelali-international.com).
Y si el problema es el tamaño de los senos, el instituto The Harvey Clinic of Harley Street, en Londres (www.theprivateclinic.co.uk), es pionero en un novedoso procedimiento de aumento mamario que inyecta en la zona un gel Macrolane biodegradable. El nuevo volumen dura entre 12 y 14 meses antes de que el fenomenal escote vuelva a perderse. Sin embargo, ¿quién sabe qué otros nuevos métodos poco agresivos hayan sido inventados para entonces?