Tecnología
La batalla de las más cool
Google presentó su primer celular, el Nexus One, que competirá cara a cara con iphone de Apple. Así, dos de los referentes del mercado tecnológico competirán en el mundo móvil.
Por D. Lyons y S. Catalano
Ahora sí: todos contra todos. Google presentó el martes 5 de enero su primer celular, el Nexus One, y se zambulló de cabeza en el mundo de la telefonía móvil. Ya había puesto un pie en este reñido mercado hace dos años cuando lanzó Android, su sistema operativo para celulares, pero ahora, con su nuevo equipo, se prepara para dar batalla en un terreno mucho más amplio. Así, Google sale a competir con rivales de gran talla. Con algunos de ellos se muestran los dientes desde hace tiempo, con otros comenzará a medirse con su último lanzamiento. No son rivales menores: el “rey de las búsquedas” enfrenta a gigantes como Apple, Microsoft y Nokia y Blackberry, pero nada parece detenerlo.
Para la presentación de Nexus One, Google no se anduvo con chiquitas: lo definió como un punto de convergencia para tecnología móvil, aplicaciones e Internet. Y lo englobó en la categoría de “superteléfonos”. “Nexus One es un ejemplo de lo que es posible hacer hoy en los dispositivos móviles por medio de Android, cuando aplicaciones de primera línea se encuentran con un equipo rápido, brillante y conectado”, dijo sobre el nuevo “smartphone” Mario Queiroz, vicepresidente de productos de la empresa.
Google avisó que esté será el primero de una serie de productos similares que planea lanzar. Pero a priori, el nuevo modelo no tiene muchas caraterísitcas que lo diferencien de iPhone, el exitoso modelo de Apple que asoma como su principal competencia, al menos en EE. UU. Nexus One es un celular fabricado por la taiwanesa HTC, con una pantalla OLED de 3,7 pulgadas, que tiene un sistema de supresión dinámica de ruido y un procesador Qualcomm de 1GHz. Funciona con la nueva versión de Android, la 2.1, que incluye innovaciones como teclado activado por voz e interfase 3D y las aplicaciones de Google incluidas (Gmail, Google Voz y Google Maps, etc.). Tiene cámara de 5 megapíxeles, Wi-Fi y GPS.
“Nexus One es Google. Es la mejor experiencia móvil de acceso a Internet, es lo que creemos que debe ser un celular de última generación”, define Daniel Helft, gerente de comunicación de producto de Google para América Latina. Helft prefiere no mencionar la comparación con iPhone, pero varios blogs especializados, como Gizmondo y Engadget, que sí probaron el equipo, aseguran que el nuevo modelo no es del todo superador. En Engadget, por ejemplo, dicen que no es “tan diferente” a otros teléfonos del mercado como el Droid de Motorola y critican que su pantalla no sea “multitouch” como el iPhone, para que los usuarios puedan tocar con varios dedos al mismo tiempo.
“Google es una empresa cien por ciento Internet y esperamos que los próximos mil millones de usuarios de la red accedan desde equipos móviles. Además, acceder en cualquier momento es una funcionalidad muy importante que es cada vez mas requerida. Por eso apostamos a los móviles”, resume Helft.
Más allá del grupo de importantes empresas con las que compite Google, sin dudas la rivalidad con Apple va a dar que hablar. Son las empresas más “cool” del mundo de la informática y la Internet y sus mercados ahora se cruzan como nunca antes. Nexus One versus iPhone es un capítulo del que se escribirán miles y miles de líneas en papel y on line. Pero quizás se trate de una historia que vuelve a repetirse.
En 1987 las PC de escritorio eran la clave de un mercado en pleno crecimiento. Hoy, el negocio está enfocado a los dispositivos móviles inteligentes. Observar el desarrollo de este mercado es como ver un clásico del cine que volvieron a filmar con nuevas estrellas pero con el mismo guión.
Ahora, como entonces, un dispositivo más pequeño desplaza a uno más grande. Ahora, como entonces, la plataforma sigue siendo un tanto primitiva pero se desarrolla muy rápidamente. Los fabricantes de hardware tratan de averiguar cuál es la interfaz que más les agradará a los usuarios. Los de software sueñan con nuevas formas de usar estas flamantes máquinas. Ahora, como entonces, se crea un nuevo ecosistema, con una tecnología revolucionaria que amenaza la supervivencia de los líderes del mercado.
En 1984, Apple se ubicó a la vanguardia del mundo tecnológico cuando lanzó Macintosh, la primera computadora que empleó una interfaz gráfica. Microsoft tardó seis años en lograr algo comparable, el Windows 3.0. ¡Seis años! Durante ese tiempo, Apple tuvo todo el mercado. Sin embargo, Windows se apoderó del mundo informático y hoy tiene una participación de más del 90 por ciento, mientras que Apple apenas cuenta con un 5 por ciento a nivel global.
En junio de 2007, Apple lanzó el iPhone, un dispositivo tan innovador que, incluso dos años y medio después, nadie pudo derrotar. Nokia y Research in Motion (RIM, la fabricante del BlackBerry) aún tienen una mayor participación en el mercado de los teléfonos inteligentes, pero sus viejas plataformas de software parecen obsoletas comparadas con la de Apple.
¿El iPhone, de Apple, el mismo que ahora suma un nuevo enemigo con el Nexus One, sufrirá el mismo destino que la Mac? ¿O tomará la delantera tecnológica y encontrará una manera de arrancar la derrota de las fauces de la victoria? ¿Apple aprendió de su experiencia anterior? Su peor error con Mac fue negarse a permitir que otras empresas utilizaran su software. Esto se debe a que Steve Jobs, CEO de empresa de la manzanita, es un fanático del control que prefiere mantener el software siempre vinculado al hardware. Microsoft asumió el enfoque opuesto al permitir que cualquier fabricante de PC pudiera utilizar el sistema operativo Windows. Su enfoque produjo una mayor diversidad de máquinas y precios más bajos. Para la mayor parte de los usuarios, estas máquinas baratas eran “lo suficientemente buenas” y superaron el enfoque perfeccionista y más costoso de Apple.
Microsoft también animó a los desarrolladores de aplicaciones de software a crear programas para Windows. A medida que estas empresas crearon más aplicaciones, más atractivo se volvió Windows. Así que se trató de un fenómeno de autorrefuerzo.
Con Apple y el iPhone, volvemos a 1984 en algunos aspectos. Al igual que con la Mac, Apple mantiene el software y el hardware del iPhone estrechamente ligados. Mientras tanto, otros asumieron el antiguo enfoque de Microsoft, más precisamente Google, que desarrolló un sistema operativo para teléfonos inteligentes denominado Android, que cualquier fabricante de teléfonos puede usar sin cargo (el modelo Milestone, de Motorola, con Android 2.0, fue presentado en diciembre en la Argentina por Personal). El Android puede hacer cosas que el iPhone no, como ejecutar varias aplicaciones a la vez.
Como con las PC con Windows, el Android presenta más diversidad, precios más bajos, pero quizás una experiencia menos predecible a la hora de usarlo. Un nuevo dispositivo que encantó a los fanáticos de la tecnología es el Droid, de Motorola, que salió a la venta a fines de 2009. Tiene pantalla sensible al tacto, como el iPhone, pero también teclado QWERTY, y funciona en la red de Verizon, mientras que, en ese país, el iPhone funciona sólo en la red de AT&T, que no es tan buena. Y ahora fue presentado el propio teléfono Google.
Pero Apple da señales de haber aprendido parte de la lección: impulsa sabiamente a otras empresas a crear aplicaciones para iPhone. Hoy existen 100.000 aplicaciones disponibles para el smartphone, 10 veces más que para el Droid. Pero con el tiempo, muchas aplicaciones para iPhone estarán disponibles también para su competidor. Así que la ventaja de Apple va a disminuir.
Gartner pronostica que para 2012 Android tendrá una participación de mercado ligeramente mayor que la del iPhone, gracias a una oleada de dispositivos basados en Android que se espera que inunden el mercado. La tan mencionada Tablet PC de Apple, esperada para este año, podría reforzar su posición en el mercado de los dispositivos movibles, pero sólo con ella, Apple nunca emparejará el paso con el ejército de Android. Mucho menos cuando Google comience a vender su primera netbook, en el tercer trimestre de 2010.
Si las cosas no funcionan como está en sus planes, Apple podría volver a convertirse en una empresa de nicho, que hace un gran trabajo pero para una audiencia muy chica. Está a tiempo de cambiar, pero en tecnología todo parece tener destino de déjà vu. Y mucho más con Google y su flamante teléfono como principal competidor.
Aún no hay fecha del desembarco de Nexus One en la Argentina, aunque se supone que será en algún momento de 2010, previo acuerdo con las telefónicas locales. Por el momento, se vende en EE. UU., Hong Kong y Taiwán, sólo por Internet y siempre desbloqueado, aunque incluya el plan de una operadora (en EE. UU., T-Mobile). Así, cualquier argentino con una tarjeta de crédito emitida en EE. UU. y una dirección allí, podría comprar uno y, previo paso por la Aduana argentina, usarlo con un chip de cualquier operadora local. La venta desbloqueada es otra de las novedades que aporta Nexus One y que lo diferencian de iPhone.
Hay mucho en juego y la competencia entre Apple, Google y el resto promete combates memorables. Pero también muy buenos y cada vez más baratos productos. No es poco.
Ahora sí: todos contra todos. Google presentó el martes 5 de enero su primer celular, el Nexus One, y se zambulló de cabeza en el mundo de la telefonía móvil. Ya había puesto un pie en este reñido mercado hace dos años cuando lanzó Android, su sistema operativo para celulares, pero ahora, con su nuevo equipo, se prepara para dar batalla en un terreno mucho más amplio. Así, Google sale a competir con rivales de gran talla. Con algunos de ellos se muestran los dientes desde hace tiempo, con otros comenzará a medirse con su último lanzamiento. No son rivales menores: el “rey de las búsquedas” enfrenta a gigantes como Apple, Microsoft y Nokia y Blackberry, pero nada parece detenerlo.
Para la presentación de Nexus One, Google no se anduvo con chiquitas: lo definió como un punto de convergencia para tecnología móvil, aplicaciones e Internet. Y lo englobó en la categoría de “superteléfonos”. “Nexus One es un ejemplo de lo que es posible hacer hoy en los dispositivos móviles por medio de Android, cuando aplicaciones de primera línea se encuentran con un equipo rápido, brillante y conectado”, dijo sobre el nuevo “smartphone” Mario Queiroz, vicepresidente de productos de la empresa.
Google avisó que esté será el primero de una serie de productos similares que planea lanzar. Pero a priori, el nuevo modelo no tiene muchas caraterísitcas que lo diferencien de iPhone, el exitoso modelo de Apple que asoma como su principal competencia, al menos en EE. UU. Nexus One es un celular fabricado por la taiwanesa HTC, con una pantalla OLED de 3,7 pulgadas, que tiene un sistema de supresión dinámica de ruido y un procesador Qualcomm de 1GHz. Funciona con la nueva versión de Android, la 2.1, que incluye innovaciones como teclado activado por voz e interfase 3D y las aplicaciones de Google incluidas (Gmail, Google Voz y Google Maps, etc.). Tiene cámara de 5 megapíxeles, Wi-Fi y GPS.
“Nexus One es Google. Es la mejor experiencia móvil de acceso a Internet, es lo que creemos que debe ser un celular de última generación”, define Daniel Helft, gerente de comunicación de producto de Google para América Latina. Helft prefiere no mencionar la comparación con iPhone, pero varios blogs especializados, como Gizmondo y Engadget, que sí probaron el equipo, aseguran que el nuevo modelo no es del todo superador. En Engadget, por ejemplo, dicen que no es “tan diferente” a otros teléfonos del mercado como el Droid de Motorola y critican que su pantalla no sea “multitouch” como el iPhone, para que los usuarios puedan tocar con varios dedos al mismo tiempo.
“Google es una empresa cien por ciento Internet y esperamos que los próximos mil millones de usuarios de la red accedan desde equipos móviles. Además, acceder en cualquier momento es una funcionalidad muy importante que es cada vez mas requerida. Por eso apostamos a los móviles”, resume Helft.
Más allá del grupo de importantes empresas con las que compite Google, sin dudas la rivalidad con Apple va a dar que hablar. Son las empresas más “cool” del mundo de la informática y la Internet y sus mercados ahora se cruzan como nunca antes. Nexus One versus iPhone es un capítulo del que se escribirán miles y miles de líneas en papel y on line. Pero quizás se trate de una historia que vuelve a repetirse.
En 1987 las PC de escritorio eran la clave de un mercado en pleno crecimiento. Hoy, el negocio está enfocado a los dispositivos móviles inteligentes. Observar el desarrollo de este mercado es como ver un clásico del cine que volvieron a filmar con nuevas estrellas pero con el mismo guión.
Ahora, como entonces, un dispositivo más pequeño desplaza a uno más grande. Ahora, como entonces, la plataforma sigue siendo un tanto primitiva pero se desarrolla muy rápidamente. Los fabricantes de hardware tratan de averiguar cuál es la interfaz que más les agradará a los usuarios. Los de software sueñan con nuevas formas de usar estas flamantes máquinas. Ahora, como entonces, se crea un nuevo ecosistema, con una tecnología revolucionaria que amenaza la supervivencia de los líderes del mercado.
En 1984, Apple se ubicó a la vanguardia del mundo tecnológico cuando lanzó Macintosh, la primera computadora que empleó una interfaz gráfica. Microsoft tardó seis años en lograr algo comparable, el Windows 3.0. ¡Seis años! Durante ese tiempo, Apple tuvo todo el mercado. Sin embargo, Windows se apoderó del mundo informático y hoy tiene una participación de más del 90 por ciento, mientras que Apple apenas cuenta con un 5 por ciento a nivel global.
En junio de 2007, Apple lanzó el iPhone, un dispositivo tan innovador que, incluso dos años y medio después, nadie pudo derrotar. Nokia y Research in Motion (RIM, la fabricante del BlackBerry) aún tienen una mayor participación en el mercado de los teléfonos inteligentes, pero sus viejas plataformas de software parecen obsoletas comparadas con la de Apple.
¿El iPhone, de Apple, el mismo que ahora suma un nuevo enemigo con el Nexus One, sufrirá el mismo destino que la Mac? ¿O tomará la delantera tecnológica y encontrará una manera de arrancar la derrota de las fauces de la victoria? ¿Apple aprendió de su experiencia anterior? Su peor error con Mac fue negarse a permitir que otras empresas utilizaran su software. Esto se debe a que Steve Jobs, CEO de empresa de la manzanita, es un fanático del control que prefiere mantener el software siempre vinculado al hardware. Microsoft asumió el enfoque opuesto al permitir que cualquier fabricante de PC pudiera utilizar el sistema operativo Windows. Su enfoque produjo una mayor diversidad de máquinas y precios más bajos. Para la mayor parte de los usuarios, estas máquinas baratas eran “lo suficientemente buenas” y superaron el enfoque perfeccionista y más costoso de Apple.
Microsoft también animó a los desarrolladores de aplicaciones de software a crear programas para Windows. A medida que estas empresas crearon más aplicaciones, más atractivo se volvió Windows. Así que se trató de un fenómeno de autorrefuerzo.
Con Apple y el iPhone, volvemos a 1984 en algunos aspectos. Al igual que con la Mac, Apple mantiene el software y el hardware del iPhone estrechamente ligados. Mientras tanto, otros asumieron el antiguo enfoque de Microsoft, más precisamente Google, que desarrolló un sistema operativo para teléfonos inteligentes denominado Android, que cualquier fabricante de teléfonos puede usar sin cargo (el modelo Milestone, de Motorola, con Android 2.0, fue presentado en diciembre en la Argentina por Personal). El Android puede hacer cosas que el iPhone no, como ejecutar varias aplicaciones a la vez.
Como con las PC con Windows, el Android presenta más diversidad, precios más bajos, pero quizás una experiencia menos predecible a la hora de usarlo. Un nuevo dispositivo que encantó a los fanáticos de la tecnología es el Droid, de Motorola, que salió a la venta a fines de 2009. Tiene pantalla sensible al tacto, como el iPhone, pero también teclado QWERTY, y funciona en la red de Verizon, mientras que, en ese país, el iPhone funciona sólo en la red de AT&T, que no es tan buena. Y ahora fue presentado el propio teléfono Google.
Pero Apple da señales de haber aprendido parte de la lección: impulsa sabiamente a otras empresas a crear aplicaciones para iPhone. Hoy existen 100.000 aplicaciones disponibles para el smartphone, 10 veces más que para el Droid. Pero con el tiempo, muchas aplicaciones para iPhone estarán disponibles también para su competidor. Así que la ventaja de Apple va a disminuir.
Gartner pronostica que para 2012 Android tendrá una participación de mercado ligeramente mayor que la del iPhone, gracias a una oleada de dispositivos basados en Android que se espera que inunden el mercado. La tan mencionada Tablet PC de Apple, esperada para este año, podría reforzar su posición en el mercado de los dispositivos movibles, pero sólo con ella, Apple nunca emparejará el paso con el ejército de Android. Mucho menos cuando Google comience a vender su primera netbook, en el tercer trimestre de 2010.
Si las cosas no funcionan como está en sus planes, Apple podría volver a convertirse en una empresa de nicho, que hace un gran trabajo pero para una audiencia muy chica. Está a tiempo de cambiar, pero en tecnología todo parece tener destino de déjà vu. Y mucho más con Google y su flamante teléfono como principal competidor.
Aún no hay fecha del desembarco de Nexus One en la Argentina, aunque se supone que será en algún momento de 2010, previo acuerdo con las telefónicas locales. Por el momento, se vende en EE. UU., Hong Kong y Taiwán, sólo por Internet y siempre desbloqueado, aunque incluya el plan de una operadora (en EE. UU., T-Mobile). Así, cualquier argentino con una tarjeta de crédito emitida en EE. UU. y una dirección allí, podría comprar uno y, previo paso por la Aduana argentina, usarlo con un chip de cualquier operadora local. La venta desbloqueada es otra de las novedades que aporta Nexus One y que lo diferencian de iPhone.
Hay mucho en juego y la competencia entre Apple, Google y el resto promete combates memorables. Pero también muy buenos y cada vez más baratos productos. No es poco.