Temen más derrumbes por el edificio que se desplomó

El estruendo despertó a todos. Eran pasadas las 4 de la madrugada del lunes y la construcción de un edificio ubicado sobre la calle Carlos Calvo al 186, en Ramos Mejía, se había desmoronado, por suerte, sin causar víctimas ni heridos. Increíblemente, en esta localidad matancera el problema de la edificación desmedida vuelve a estar en el ojo de la tormenta.

Por un lado, los habitantes del lugar tienen bronca, y por el otro, preocupación, ya que a raíz del desmoronamiento de este edificio, todavía está en peligro de derrumbe el PH lindero, en donde por la tarde del lunes la policía debió evacuar a sus residentes.

El hecho tomó conocimiento público recién entrada la mañana, cuando los vecinos llamaron a distintos medios. María Isabel, una de las damnificadas, en diálogo con el programa radial “No nos callamos nada” (93.9), daba un panorama de la situación: “Hay agua permanente, están tratando de sacar el agua de las napas. Además la construcción no es muy regular”.

La caída de la obra dejó sin servicio de electricidad a gran parte del barrio, ya que se hundió la vereda y se derrumbó uno de los postes de luz. Otros servicios como gas, cloacas y teléfono, también fueron cortados.

Así lo confirmó a 24CON Miguel Presa, otro vecino, quien además reconoció: “Esta empresa está haciendo todo mal. Quieren hacer 14 pisos, y en vez de un subsuelo, hicieron dos, que está prohibido. Por eso con la lluvia, y el agua que se juntó, hizo que todo se venga para abajo y caiga unos 6 metros. Además se desprendió 10 centímetros la medianera con la casa de al lado”.

“Dentro de mi casa tengo rajado el parquet y las paredes. Vivimos con temor a que ocurra una desgracia. Nos dicen que en el Municipio están al tanto de la situación, pero no nos solucionan estos difíciles momentos que estamos atravesando”, expresó por su parte al Diario El 1, María Lozano, vecina de la casa lindera.

Si bien el conflicto viene desde hace tiempo, en este caso puntual ya existía una denuncia desde el año pasado. Llamativamente y como anticipando el suceso, el título del documento era “Crónica de un derrumbe anunciado”, y fue presentado ante el Ejecutivo municipal y en la comisaría descentralizada de la zona.

A raíz de este reclamo, el área de Control Comunal de La Matanza había dispuesto clausurar la edificación, e “intimó” a los responsables de la obra a que cumplan con los requisitos necesarios, como por ejemplo, dejar el nivel de cota (altura a nivel del piso), según las normas municipales. 

 

06 de octubre de 2009