Subastas en la Web: la moda de las compras bizarras
Papel higiénico con sudoku o uñas postizas para gatos son los ejemplos.
Para qué compraría una zapatilla que un fan le tiró a Radiohead en el último recital en la Argentina, 10 uñas postizas fucsias para gato o un rollo de papel higiénico con el sudoku? Aunque suene insólito, todos estos objetos encontraron un comprador en Internet. Incluso hay usuarios que pagaron hasta 1.000 dólares por ellos.
La consultora Prince & Cooke asegura que hay más de 400.000 usuarios en Argentina que compran todo tipo de objetos en la Web. Y según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), una de cada 10 compras que hacen es de productos raros. "Las subastas de estos objetos reciben más ofertas y más comentarios que cualquier otra cosa", dijo Juan Martín De La Serna, presidente de CACE.
Los sitios de subastas y remates clasifican a los productos en: objetos inútiles, los que pertenecieron a famosos, los de valor histórico y/o cultural, los creados para multimillonarios y los inventos caseros o de servicio. E-bay hizo una lista con los 10 más bizarros: desde un sandwich con la cara de la Virgen María a 28.000 dólares hasta una papa frita con forma de gorro del Papa a 1.200.
Ahora, las redes sociales, como Facebook o Sónico, también se usan para subastar. Agustín Di Luciano de LinkedStore, una de esas redes compra-venta, consideró que cada vez hay más nichos y comunidades alrededor de lo insólito. Habla de la teoría "The Long Tail" (La Larga estela) que popularizó Chris Anderson, editor de la revista de tecnología Wired, en el libro con el mismo nombre. "Anderson dice que la gente quiere aquello que se adapta a sus gustos -cosas insólitas o inútiles- en vez de lo que ofrece el mercado de consumo, como un iPod", explicó Di Luciano. De la Serna dijo que el mercado electrónico se diversifica porque Internet permite hacer de todo. Pero hay reglas: no se pueden subastar órganos, armas de fuego, billetes o propiedades. La CACE propone un proyecto de ley para concientizar a los usuarios sobre sus responsabilidades.
Las subastas arrancan en $ 1 pero pueden terminar en más. Los objetos de Michael Jackson triplicaron su valor. "Las subastas raras generan más 'ruido', venden con creatividad y compran con sentido de humor", enfatizó De la Serna. Por ejemplo, cuando se produjo la última tormenta de granizo en Capital, los usuarios subastaron el granizo de cinco centímetros. Costaba $ 1 pero se vendió a $ 40. Y la lista sigue: hay barbijos "fashion" con la lengua de los Rolling Stones a $ 50 o la ventana desde donde le dispararon a John F. Kennedy a US$ 10.000.
Fuente: Clarín
La consultora Prince & Cooke asegura que hay más de 400.000 usuarios en Argentina que compran todo tipo de objetos en la Web. Y según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), una de cada 10 compras que hacen es de productos raros. "Las subastas de estos objetos reciben más ofertas y más comentarios que cualquier otra cosa", dijo Juan Martín De La Serna, presidente de CACE.
Los sitios de subastas y remates clasifican a los productos en: objetos inútiles, los que pertenecieron a famosos, los de valor histórico y/o cultural, los creados para multimillonarios y los inventos caseros o de servicio. E-bay hizo una lista con los 10 más bizarros: desde un sandwich con la cara de la Virgen María a 28.000 dólares hasta una papa frita con forma de gorro del Papa a 1.200.
Ahora, las redes sociales, como Facebook o Sónico, también se usan para subastar. Agustín Di Luciano de LinkedStore, una de esas redes compra-venta, consideró que cada vez hay más nichos y comunidades alrededor de lo insólito. Habla de la teoría "The Long Tail" (La Larga estela) que popularizó Chris Anderson, editor de la revista de tecnología Wired, en el libro con el mismo nombre. "Anderson dice que la gente quiere aquello que se adapta a sus gustos -cosas insólitas o inútiles- en vez de lo que ofrece el mercado de consumo, como un iPod", explicó Di Luciano. De la Serna dijo que el mercado electrónico se diversifica porque Internet permite hacer de todo. Pero hay reglas: no se pueden subastar órganos, armas de fuego, billetes o propiedades. La CACE propone un proyecto de ley para concientizar a los usuarios sobre sus responsabilidades.
Las subastas arrancan en $ 1 pero pueden terminar en más. Los objetos de Michael Jackson triplicaron su valor. "Las subastas raras generan más 'ruido', venden con creatividad y compran con sentido de humor", enfatizó De la Serna. Por ejemplo, cuando se produjo la última tormenta de granizo en Capital, los usuarios subastaron el granizo de cinco centímetros. Costaba $ 1 pero se vendió a $ 40. Y la lista sigue: hay barbijos "fashion" con la lengua de los Rolling Stones a $ 50 o la ventana desde donde le dispararon a John F. Kennedy a US$ 10.000.
Fuente: Clarín