Bolsas Ecológicas

Un invento argentino que revoluciona Ecuador

El algodón, el mismo con el que se confeccionan ropas, puede suplantar al plástico con el que se fabrican las bolsas que regalan los supermercados.

El deterioro del medio ambiente avanza a pasos agigantados. Los pronósticos del siglo XX se comenzaron a cumplir drásticamente ni bien empezó el siglo XXI sin embargo algunos, desde su propia voluntad, colocan granitos de arena para contrarrestar la contaminación.

El plástico lo cubre todo, los derivados del petróleo, tóxicos por naturaleza, son necesarios para la vida humana, aun cuando son capaces de destruirla. En los hogares uno de los artículos que más contamina y con el que menos cuidado se tiene es la bolsita de plástico. Sin embargo un joven de Castelar ideó una forma para de a poco servir a la naturaleza.

 

Las bolsas de plástico, aquellas compradas o bien las que entregan los supermercados, finalizan sus días en los basureros y depósitos. Una solución simple sería la reutilización, pero qué mejor si sus componentes no son tóxicos. Bajo estas premisas nació Ecofundas.

Gustavo Junovich tiene 24 años, y desde los 20 que está radicado en Ecuador, si bien tiene un título de Técnico Aeronáutico otorgado en la escuela Jorge Newbery de Villa Luzuriaga en el partido de La Matanza, lleva adelante negocios muy alejados de los aviones. Conduce la empresa que produce las bolsas ecológicas que se está abriendo un mercado en Quito mientras abre mentalidades para proteger el medio ambiente.

“Las Ecofundas son bolsas naturales, son de algodón, no hay químicos. Se  cosecha el algodón, después se trama para hacer la tela, los hilos para coser las fundas son de algodón también... todo es natural. Estamos trabajando con pintura para la serigrafía sin plomo y sin químicos que dañen al medio ambiente” explica Gustavo, orgulloso de su emprendimiento. En ecuador se llama fundas a lo que en Argentina se conoce como bolsa, de allí el nombre de su empresa.

 

El técnico devenido en empresario explica que trabajan mucho con colegios ya que son quienes mas atención le brindan a la ecología, también con “fundaciones, ministerios de cultura y medio ambiente, trabajamos con empresas que usan las fundas como publicidad ambulante, e implementando lo mas nuevo del marketing que es la responsabilidad social y ambiental”.

La empresa comenzó en agosto del año pasado con una inversión inicial de sólo 1000 dólares y dos empleados, Gustavo y su novia, la abogada Cristina Cevallos y vendiendo a las ciudades ecuatorianas de Quito, Guayaquil, Manta y Cuenca. Actualmente las ventas se han incrementado y se espera una expansión al mercado Canadiense y el desembarco de la firma en Argentina.

Bajo el lema de Ecofundas “Yo no contamino” Gustavo explica que el propósito de la empresa es “brindar apoyo a todas las personas interesadas, y es que, todos podemos ser parte de la solución”.
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