Revista Siete Días
La "onda Hollywood" de Luisana
Su propio entorno habla de la "otra cara" de la actriz que se reveló a partir de la relación con Michael Bublé.
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No importa, los periodistas recogieron el guante y ya nada volvió a ser igual. Y la “pataleta” mereció especulaciones varias, entre ellas, la que surgió entre bambalinas de la obra “Socorro, malcriados” donde trabaja Darío, hermano de la protagonista del escándalo: “Ella mostraba bronca frente a las cámaras, pero después se reía. Todo el quilombo le sirvió para demostrarle a Bublé lo famosa que es acá”. Otro allegado a la actriz, es aún más realista: “Ella conoce muy bien este medio, ¿para qué va a un lugar público un domingo? Sabía de antemano lo que sucedería”.
Hoy, Luisana sólo habla de su trabajo y a cara de perro. Ni mencionar al pasar un tema de su novio afloja a la rubia de ojos azules: “Veo que pasan por encima mi trabajo”, Lopilato se indigna, “entonces prefiero no hablar más de mi intimidad. Necesito preservarla”. No se sabe si fue por consejo del cantante, de su representante o decisión de la propia actriz, lo cierto es que sortea con cintura las preguntas sobre el romance que nació en noviembre pasado, cuando ella fue a verlo al Gran Rex. Ahora, responde corto, distante y evasiva.
–¿Alguna vez llegaron a confundirla con algunos de sus personajes?
–Me pasó por primera vez con “Casados con hijos”. En la calle ahora me llaman Paola, algo que nunca me había pasado.
–¿Eso le molesta?
–Todo lo contrario, Paola es un personaje que amé mucho. La veo y me sigue divirtiendo. No reniego de eso.
–Hace poco me dijo que prefiere la comedia al drama, ¿por qué será?
–Me gusta más la comedia, pero si tengo que hacer drama lo hago. Del grupo de mis amigas y de mi familia soy la más jodona, la que levanta el ánimo a todos, el payaso del grupo.
–¿Nunca llora?
–Sí, pero no es lo que más me gusta. Lo que pasa es que el drama me deja muy cargada, puedo llegar a casa muy deprimida.
–¿Le asusta la depresión?
–Para nada. Tengo en mi interior un poco más de luz, veo la vida diferente y me gusta reírme todo el tiempo. No me gusta llorar, en muy pocos momentos me quiebro. Soy una cucaracha (sic) que no para. Me gusta hacer comedia, va más conmigo.
–¿Cómo sigue ahora su año laboral?
–Ahora estoy de vacaciones. Estoy muy cansada, trabajé todo el año, filmé la película y terminé Atracción por 4. Por ahora estoy tranquila eligiendo obras para hacer, ver qué sale. Por ahí hago tele o por ahí no.
–¿De Pol-ka qué le ofrecieron?
–Una comedia nueva que saldría por las noches.
–¿Cómo vivió la postergación del estreno de la película?
–El país pasa por un problema sanitario bastante grave y se tomaron las precauciones necesarias. Por otro lado, era una pena estrenarla y que no fuera nadie a verla. Costó mucho esfuerzo y plata, así que valió la pena esperar un mes.
–¿Es cierto que sus fans hicieron guardia en la puerta de su casa para esperar el resultado del hisopado de la gripe A?
–Es verdad, pero no tuve Gripe A. Me hice el hisopado en forma preventiva y a los seis días dio negativo. No pasó nada. Estoy bien de salud y en todo lo demás.
–Y hablando de todo un poco. ¿Cómo observa ahora aquel episodio menor, claro, que terminó junto a su novio a los empujones contra los periodistas?
–Fue una situación desagradable para todos. No quise faltarles el respeto, se generó una situación tensa, es que ninguna foto e imagen era suficiente. Creo que hay límites desde lo personal que merecen respetarse.
–¿Ahora está más relajada?
–Nunca tuve problemas con la prensa. Pero necesito que respeten mi vida personal, que la separen de la profesional. Pasaron esa línea y no supe manejarlo, porque nunca me había pasado. Llevo una vida tan expuesta que a veces está bueno guardarse. Quiero hablar sólo de lo que tenga ganas, no lo de lo que no quiero. Por qué tengo que estar hablando porque sí.
–¿El comunicado público de disculpas lo hizo para suavizar la situación?
–Lo hice porque me sentí muy mal. Nunca actué así, pero tampoco la prensa lo hizo de esa manera conmigo.
–Usted conoce el medio, no debería sorprenderle nada.
–Es cierto, trabajo desde muy chica, sé cómo es esto, sé cómo hay que jugar y esto es parte del juego. Y bueno, es la vida que elegí.
Los que la conocen bien pronostican que de la mano de una estrella del primer mundo, Luisana tendría terreno fértil –la alfombra roja dispuesta, diríamos– para lanzar su carrera internacional. Ya cuenta con el hombre ideal para lograrlo. Y además, está adoptando ciertos códigos de súper estrella como ahora, que se pone de pie, y anuncia: “La nota terminó acá”. Y con el pelo batido al viento y la micromini blanca que resalta su silueta latina, parte como una auténtica estrella de Hollywood.
Fotos: Roberto Castro.
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