Crudo testimonio de Daniel, de Avellaneda

"Vendo mi riñón porque me agobian las deudas"

Publicó un aviso en internet y recibió 25 ofertas en un día. Dice estar agobiado por las deudas y que su familia no sabe nada. No es el único: el fenómeno de la venta de órganos aumenta, a pesar de su ilegalidad. Qué dice el Cucaiba

“Doy riñón por problemas económicos serios, total seriedad y responsabilidad por parte del donante, excelente estado de salud, dispuesto a viajar a cargo del beneficiario. Grupo sanguíneo RH positivo”. El anuncio fue publicado por Daniel;  un hombre de 34 años que vive en Avellaneda y que tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: vender un órgano de su cuerpo. Pero no es el único y los avisos se suceden.

“Soy argentino, tengo 47 años, jamás fumé, jamás bebí, nada de drogas de ninguna clase soy completamente sano, mi grupo de sangre es O RH posítivo tengo una sola operación en mi cuerpo por apendicitis. Pero mi situación económica me apremia fuertemente. Escucho oferta” dice el anuncio de Carlos quien espera con una parte de si mismo salvarse de la crisis.

José prefirió ponerle precio a su riñón, 150 mil pesos le fueron suficientes, así lo publicó en un portal de Internet dedicado a la venta de productos en general, donde su órgano fue subastado como si fuera una silla, una mesa o una máquina de fotos.

María Teresa, desde San Justo, se inclinó por el trueque “Cambio mi riñón por una casa”, al igual que ClausBarbie (tal su seudónimo utilizado en la web) quién canjea su riñón por un cinturón gástrico ya que según explica en el aviso tiene “que adelgazar” y no puede, “no es por un lujo sino que no puedo engordar más tengo 42 años y hernia de disco”.
No es que les sobre un órgano, les falta plata. La necesidad es el vector que une a todos los casos. La desesperación es madre de la locura.

Desde el CUCAIBA (Centro Unico de Ablación de la provincia de Buenos Aires) informaron que cualquier tipo de práctica que involucre la ablación de un órgano en la que no intervenga el Estado es ilegal.
El presidente del Cucaiba, el Doctor Clemente Raimondi, informó a 24CON que “taxativamente está prohibido desde la primera ley de transplante de nuestro país. De ahí a la concreción del acto sería imposible, por la problemática médica que implican los transplantes de órganos. En la selección de una pareja donante receptor, tanto con donante vivo o cadavérico, intervienen más de 100 agentes, médicos, técnicos, enfermeros. Esto solo hace imposible que una persona decida, sin más, donar un órgano”.

El especialista explicó que “en un transplante de donante vivo, se realiza en simultáneo, con quirófanos contiguos, pero igualmente es imposible que se realice de esa manera”. Además de la logística necesaria tiene que darse la compatibilidad biológica entre el donante y el receptor y todos los factores clínicos, pruebas y análisis necesarios para este tipo de operación.
 
 
El testimonio de la desesperación

 

Quienes deciden ofrecer sus órganos no piensan en los riesgos ni en la ilegalidad, piensan en el valor monetario, en el precio, en saldar las deudas y en lo que recibirán a cambio. “Estoy sin trabajo, casi sin plata, y con varias deudas importantes a punto de ir a juicio por todos mis acreedores, tengo una excelente salud, 34 años, trato día a día de buscar trabajo pero hay mucha discriminación”. Explicó Daniel desde su casa de Avellaneda ante las consultas de 24CON. El hombre que se animó a publicar su órgano no quiere dar su identidad completa. Prefiere preservarse, aún un derecho que no negocia.

 

“Esto realmente no tiene precio, me guío por lo que me proponen, lo analizo y veo, tuve una oferta interesante del exterior que todavía estoy evaluando".
 
-¿Qué le hace dudar?
-Quiero estar seguro. Lo que hago ya que es un tema muy delicado y me quiero asegurar que salga todo bien en lo posible. 
 -¿No tiene trabajo?
-Desde hace 9 años me dediqué a ser chofer y hace uno que estoy dando vueltas, por esta ley de contrato de mierda que te toman tres meses y después fuiste. Al haber demanda de trabajo las empresas hacen lo que quieren y si no entras con palanca no existís, y las empresas de larga distancia te piden experiencia pero ninguna te da la posibilidad de la misma”.

- Su familia qué dice?
- Mi familia no sabe nada de la decisión que tomé, y por ahora sigo así. Tengo una hija de 15 años. Las deudas son todas financieras que me fui metiendo y después ya no pude salir, con préstamos, tarjetas y demás, un desastre”.

Daniel publicó su anuncio hace 3 días y ya recibió 25 visitas, algunas de ellas ofertaron, la más suculenta desde España, “han llegado a ofrecerme 100.000 euros, como verás es mucha plata aunque en realidad no confío en nadie…. dicen que la plata no es todo, pero nadie puede decir que no ayuda. Sin ella no comes, no te bañas, no tenes lo mínimo indispensable en la vida, sin ella estas fuera del sistema...”, finalizó.

Un mercado ilegal pero que existe. Internet el espacio donde más ofertas hay. Los oferentes cegados por la necesidad dan lo que tienen. Los compradores, quizás también desesperados, dejan de lado la ética y la legalidad para encontrar a aquellos que le salven la vida. En un mundo marcado por el consumo y las transacciones, la salud tiene precio.
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