El carnicero de Giles

Ricardo Ragendorfer invirtió muchas horas de sus días en prisiones, hablando con asesinos. Muchas de estas entrevistas fueron parte de Historias del Crimen, el ciclo que presentó durante el 2005 en Telefé.

¿Cuál es la diferencia entre la mente de un asesino serial y una persona “normal”?, ¿Qué es lo que convierte a Albert Fish o a Iribarren, en monstruos?
 
Todos estos tipos tienen rasgos sicopáticos, o sea digamos, la diferencia entre un psicópata y alguien “normal”, es que de algún modo, el psicópata carece de culpa, le falta ese chip, le importa un carajo en ese sentido. Yo me tomo todos los días un taxi a Palermo y en el camino me dan ganas de matar a diez automovilistas, incluido al taxista. Si no lo hago, es porque existe ese chip que te preserva de cometer esas cosas, en cambio estos tipos no lo tienen.
 
Yo me di cuenta justamente cuando hice “Historias del Crimen”. Todos estos tipos que no tienen educación dentro del hampa, que no pertenecen al hampa, esperaron toda su vida la oportunidad y el instante de matar y, sobre eso, de algún modo, ninguno de ellos fue culpable. Todos te dicen o, que están presos por algún malentendido o por una cama en su  contra. Incluso una vez que matan, una vez que llegan a esa primera meta de su vida, ponen el resto de su existencia al servicio de construir un soporte argumental en su defensa.
 
Por ejemplo, Iribarren mata a la tía porque tenía cáncer, la veía sufrir y le pegó un hachazo.  Una vez que cayó, salta que nueve años antes había matado al papá a la mamá y a los dos hermanos. Dejó el perro atado, que murió de hambre. Nadie se dio cuenta, el pasto crecía, los animales se morían de sed. El dijo que los viejos se habían ido a Paraguay al no poder honrar una deuda. Pero los tenía enterrados ahí, junto al chiquero. Después se va a vivir con una mina y de tanto en tanto el tipo decía: me voy al Paraguay a visitar a papá, entonces desaparecía tres o cuatro días y volvía con un paquete y decía: mirá lo que te manda mi papá de regalo. Se escribía cartas así mismo para sostener su coartada. Tiene una lógica muy particular, un tipo así está articulado por esa personalidad psicopatita, lo cual no te hace inimputable, los tipos conocen perfectamente la criminalidad de sus actos.
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