Griesa no opinó sobre el pedido de bonos reestructurados

En una audiencia que duró dos horas y media, y en la que el juez se mostró por momentos algo desorientado y repetitivo, evitó pronunciarse sobre si liberará o no los próximos pagos de bonos bajo ley argentina que deben ser girados este mes a través del Citibank.

En una audiencia pública que duró dos horas y media, y en la que el juez se mostró por momentos algo desorientado y repetitivo en sus preguntas, el magistrado cerró la sesión sin emitir juicio de valor sobre la cuestión de fondo de la misma, los pagos de bonos del canje de deuda de ley argentina, realizados a través del Citibank.

“No voy a tomar una decisión esta tarde”, anunció así Griesa, a las dos horas del encuentro a sala llena y tras escuchar las posiciones de los abogados de las partes que luego se extenderían por treinta minutos más.

La representante del Citibank, Karen Wagner, tomó la iniciativa de la audiencia para insistir que estaba “claro” que los bonos bajo ley argentina en posesión de la institución financiera son deuda interna y localizados “exclusivamente” en la Argentina, por lo que esto los deja afuera de su fallo del 2012.

Wagner señaló a su vez que el Citibank funciona como “custodio” y que poner a la entidad bancaria en la posición actual donde no puede cancelar vencimientos de intereses con sus clientes sin tener participación en el proceso de pago, significa "un gran peligro" al no poder cumplir con lo que dictan las leyes argentinas y algo que lleva a la filial local del banco a un lugar que “es fundamentalmente injusto e inequitativo”.

Por su parte, el abogado del fondo buitre Aurelius, Edward Friedman, que habló en representación de todos los demandantes, sostuvo que “el rol del Citibank es diferente” al presentado por Wagner y que “es importante identificar su papel en el proceso de pago”.

Friedman mantuvo además su argumento de que “hubo una oferta de reestructuración global” en otros países del mundo y que entonces los bonos bajo legislación argentina sí deben estar considerados como deuda externa, lo que los dejaría debajo de la interpretación dada de la cláusula pari passu.

Por último, el letrado del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, a cargo de la representación del gobierno argentino en los tribunales estadounidenses, tomó la palabra para coincidir con lo planteado por el Citibank, respecto a que los títulos en su poder no aplican a la orden judicial del magistrado del 23 de febrero de 2012.

A través de la misma, Griesa decidió que el país no puede efectuar pagos a bonistas reestructurados si no cancela al mismo tiempo sus obligaciones con los fondos buitre, establecidas en aquella sentencia, por el monto de 1.300 millones de dólares, actualizables en el tiempo.

El juez estadounidense, Thomas Griesa, evitó hoy pronunciarse sobre si liberará o no los próximos pagos de bonos bajo ley argentina que deben ser girados este mes a través del Citibank.

En una audiencia pública que duró dos horas y media, y en la que el juez se mostró por momentos algo desorientado y repetitivo en sus preguntas, el magistrado cerró la sesión sin emitir juicio de valor sobre la cuestión de fondo de la misma, los pagos de bonos del canje de deuda de ley argentina, realizados a través del Citibank.

“No voy a tomar una decisión esta tarde”, anunció así Griesa, a las dos horas del encuentro a sala llena y tras escuchar las posiciones de los abogados de las partes que luego se extenderían por treinta minutos más.

La representante del Citibank, Karen Wagner, tomó la iniciativa de la audiencia para insistir que estaba “claro” que los bonos bajo ley argentina en posesión de la institución financiera son deuda interna y localizados “exclusivamente” en la Argentina, por lo que esto los deja afuera de su fallo del 2012.

Wagner señaló a su vez que el Citibank funciona como “custodio” y que poner a la entidad bancaria en la posición actual donde no puede cancelar vencimientos de intereses con sus clientes sin tener participación en el proceso de pago, significa "un gran peligro" al no poder cumplir con lo que dictan las leyes argentinas y algo que lleva a la filial local del banco a un lugar que “es fundamentalmente injusto e inequitativo”.

Por su parte, el abogado del fondo buitre Aurelius, Edward Friedman, que habló en representación de todos los demandantes, sostuvo que “el rol del Citibank es diferente” al presentado por Wagner y que “es importante identificar su papel en el proceso de pago”.

Friedman mantuvo además su argumento de que “hubo una oferta de reestructuración global” en otros países del mundo y que entonces los bonos bajo legislación argentina sí deben estar considerados como deuda externa, lo que los dejaría debajo de la interpretación dada de la cláusula pari passu.

Por último, el letrado del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, a cargo de la representación del gobierno argentino en los tribunales estadounidenses, tomó la palabra para coincidir con lo planteado por el Citibank, respecto a que los títulos en su poder no aplican a la orden judicial del magistrado del 23 de febrero de 2012.

A través de la misma, Griesa decidió que el país no puede efectuar pagos a bonistas reestructurados si no cancela al mismo tiempo sus obligaciones con los fondos buitre, establecidas en aquella sentencia, por el monto de 1.300 millones de dólares, actualizables en el tiempo.
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