Posse les ofrece dinero a los vecinos para que se muden
El humilde barrio quedó rodeado por countries. "Lo del intendente es arbitrario, y una propuesta abusiva e irracional", dicen desde la Provincia.
El subsecretario de gestión y articulación del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Francisco Cafiero, dijo hoy que “es arbitrario, y una propuesta abusiva e irracional” la del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, a los vecinos del barrio Uspallata en Beccar, para que se erradiquen del municipio bajo promesa de pago de un subsidio de 350 mil pesos.
En tanto, una vecina del lugar, Elena Alegre, lamentó “el desprecio con el que se refiere a nosotros” y aclaró que “en el barrio vivimos gente decente, que trabaja, estudia y que construyó su vida hace más de 30 años en Beccar”.
Cafiero dijo, en declaraciones a radio Del Plata, que “estamos hablando de una propuesta abusiva irracional y absolutamente arbitraria. Directamente cercena el derecho de libertad de cada persona de elegir el lugar donde vive, es un acto discriminatorio”.
Agregó que “nos hemos puesto de acuerdo con la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, con algunos concejales, y hemos presentado un pedido de informes al municipio apelando a la carta que se envió para ver la situación de contexto”.
“Estamos hablando de un barrio de clase trabajadora, con familias que tienen una identidad muy importante en el distrito, y que tienen un sentido de pertenencia”, remarcó.
Cafiero recomendó a Posse “usar ese dinero para mejorar las condiciones de vida de estos vecinos”. Consultado sobre si hay un interés inmobiliario en particular explicó que “el barrio Uspallata está rodeado de barrios privados” y que el desarrollo urbano en San Isidro “está más bien orientado para las clases con más poder adquisitivo”.
Por su parte, la vecina Elena Alegre, lamentó ante Radio Provincia de Buenos Aires que “el señor Posse diga que esto es una villa”, y se preguntó “¿De dónde lo saca si nunca vino?”.
“Mis hijos nacieron y se criaron acá, pero es impresionante el desprecio con el que habla de nosotros”, apuntó. Elena contó que las “casas que tenemos son de material, y están hechas hace varios años, no es una villa como él dice, somos trabajadores, los chicos van al colegio, estudian, no queremos que nos regalen nada. De hecho, les pedimos por ejemplo durante años que nos dejen pagar la luz y nada. En cambio, el agua la pagamos y nos dan una boleta comunitaria”.
“Tenemos calle de asfalto, y luz en las calles donde nosotros pusimos reflectores”, detalló. La mujer narró que desde la Municipalidad “empezaron a citar a la gente por teléfono, los empezaron a oprimir y nos dijeron que nos iban a dejar sin servicios si no aceptábamos la propuesta”.
Asimismo, denunció que “nos quieren en cualquier lugar mientras sea afuera del distrito, lejos de San Isidro, nos aclararon”, y sumó que “en definitiva, lo que creemos es que necesitan los terrenos para hacer un country”.
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