A medida que envejecemos, nuestro apetito a menudo cambia y debemos ajustar nuestra dieta a esta nueva etapa de la vida. Sin embargo, sigue siendo esencial que hagamos elecciones saludables a medida que pasan los años. En esta etapa de nuestra vida más que nunca, lo que comemos afecta nuestra salud, así como también cómo nos sentimos. Elegir los alimentos correctos nutre nuestro cuerpo y nos da la energía que necesitamos para llevar un estilo de vida activo.
Por eso, una dieta saludable para la tercera edad es aquella que incluye alimentos nutritivos de todos los grupos alimenticios. A menos que tengas un problema de salud que restrinja el consumo de alguno de estos productos, debés tener incluir en tu dieta lo siguiente:
- Lácteos: Junto con todos los tipos de leche (desde leche fresca hasta leche en polvo, leche condensada y leche evaporada), así como quesos y mantequilla, los lácteos ofrecen una forma sencilla de aportar calorías y nutrientes a tu cuerpo.
- Carnes y huevos: A menos que tengas algún problema de salud relacionado con el consumo de carnes, añadilas a tu dieta de forma moderada. Optá por las versiones más frescas y sanas, como pollo, pescado y ternera (cuanto más orgánica mejor), e intenta evitar los fiambres y los embutidos, que suelen tener sal en exceso y ser demasiado procesados.
Consejos infalibles para limpiar frutas y verduras
- Frutas y verduras: ¡Consume la mayor cantidad de frutas y verduras posibles! En general, y a menos que tu médico te indique lo contrario, puedes comer todas las frutas y verduras que desees, y cuanta mayor variedad, mejor.
- Frutos secos: Consumidos con moderación, los frutos secos constituyen una excelente fuente de vitaminas y minerales, así como de calorías y grasas sanas. Incluye en tu dieta algunas almendras, nueces, avellanas y pistacho
¿Lo sabías? Así podés mantener la palta abierta y fresca
- Cereales, granola y copos de avena: Los cereales, la granola y los copos de avena son perfectos para esta etapa de la vida, porque son fáciles de comer y digerir. Combinalos con leche y fruta fresca para un desayuno nutritivo
- Panes: Podés comer una tostada o una rebanada de pan extra. Sin embargo, para favorecer la digestión y aportar más nutrientes, siempre que sea posible opta por panes, galletas y otros panificados integrales.
- Arroces y pastas: Combiná las verduras y la carne con arroces y pastas para obtener platos más completos y nutritivos. Igual que en el caso de los panificados, optá por arroz y pasta integrales.
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- Sopas: Una buena forma de incorporar nutrientes es preparando una buena sopa casera, que incluya diferentes verduras y, si lo deseas, algún tipo de carne. De esta forma podrás disfrutar tanto del caldo como de las verduras, con las que podés preparar un sabroso puré.
- Jugos y batidos: Una forma sencilla de consumir más frutas y verduras es preparando jugos y batidos. Además de que preparar jugos y batidos requiere muy poco tiempo y esfuerzo, si utilizás una buena variedad de frutas y verduras pueden constituir una comida completa.
- Miel: La miel es un gran aliado de la salud, por lo que constituye un excelente sustituto del azúcar común. Aún si tenés algún tipo de diabetes podés consultar a tu médico acerca de cómo incorporar la miel en tu dieta diaria.
- Chocolate: El chocolate oscuro, también conocido como chocolate amargo, es un gran antioxidante, que no solo ayuda a combatir la inflamación en la piel, sino que además favorece el proceso de regeneración celular mejorando la circulación sanguínea.
11 de septiembre de 2014
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