No hay nada tan representativo de la cocina española como la tortilla de papas. Exclusiva e irrepetible, este manjar es fácil de hacer.
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El primer documento conocido en el que se hacía referencia a la tortilla española era un texto con fecha de 1817 dirigido a las Cortes de Navarra. En él se indicaba que los habitantes de Pamplona consumían en grupos de seis personas entre dos y tres huevos de tortilla mezclándolos con papas y pan.
Nombres como Tomás de Zumalacárregui son famosos por haberles atribuido la invención de esta delicia. Otros incluso aseguran que la receta no es de un español, sino del belga Lancelot de Casteau, quien trabajaba como cocinero de tres obispos de Lieja.
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Sin embargo, en el año 2008, el científico del CSIC Javier López Linaje, publicó el libro La patata en España. Historia y arqueología del tubérculo andino, que sitúa el origen de la tortilla de patatas en Extremadura durante el siglo XVIII. Concretamente en la localidad de Villanueva de la Serena, y bajo el nombre de Joseph de Tena Godoy y al marqués de Robledo.
Quizás no todos coincidan con el nombre, pero sí con la causa: el hambre. Lo que se buscaba era un alimento nutritivo y barato y que hiciese desaparecer los rugidos de tripas. La tortilla fue un invento que cumplía con los requisitos y, además, traía consigo una moderna manera de cocinar: con la sartén (algo muchísimo más rápido que con el horno).
RECETAS:
1. Con cebolla. Existe una gran división entre los amantes de la tortilla española: a los que la prefieren sin cebolla y a los que no la conciben sin ella. La preparación es exactamente la misma que la convencional, pero se añade la cebolla a la sartén cortadita en taquitos finos un poco después de las papas (de otra manera se nos quemarían).
2. Con chorizo. Sí, es una bomba calórica… pero está deliciosa. Esta variedad de tortilla está más extendida por el norte de España. Las rodajas de chorizo se añaden hacia la mitad.
3. Con pimientos. Una receta de tradición familiar.
4. Rellenas. De salmón, cangrejo, jamón y queso, berenjena… de cualquier cosa que se nos antoje. El secreto es abrir transversalmente la tortilla una vez terminada.
5. Para vegetarianos. O lo que se viene diciendo: sin huevo. Parece ilógico, pero muchos vegetarianos no toman ningún producto que proceda del mundo animal. La harina de garbanzo es un sustitutivo.
FUENTE: Esquire.es
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