"No me besaría el escudo de Boca, sería vender humo"
Así el Xeneixe Gigliotti contradijo los dichos de Cavenaghi y calentó la previa del domingo.
A apenas cinco días del Superclásico, de un lado y del otro ya comenzaron algunas chicanas. Tal como la que comentó Emmanuel Gigliotti, quien aseguró que no se besaría el escudo de Boca si convierte ante River el domingo, contrariamente a lo que expresó su colega `millonario` Fernando Cavenaghi, porque pensarían que quiere "vender humo", al tiempo que aseguró que se imagina festejando tras el superclásico.
"Yo no me besaría el escudo. Hay gente que no lo interpretaría de la mejor manera, es sinónimo de vender humo", consideró el atacante ante las recientes declaraciones del `Cavegol`, quien el martes había afirmado que le gustaría hacer un gol en la `Bombonera` para besarse el escudo y camiseta de su club.
"El domingo a la noche me lo imagino y sueño festejarlo con la gente, con la hinchada de Boca", agrego el `Puma` en declaraciones en la sala de conferencia de la Bombonerita y dando por terminada en forma oficial la veda de los jugadores con la prensa anunciada por el capitán Juan Román Riquelme hace 18 días.
Al respecto del superclásico a jugarse el domingo, desde las 18.15 por la décima fecha del Torneo Final, Gigliotti reconoció que no le "preocupa" su rival, sino el rendimiento de Boca.
"La verdad no me preocupa River, sino que nosotros hagamos un buen partido. No solo por el rival sino por cómo está el campeonato, no podemos dejar pasar más posibilidades. Son tres puntos fundamentales", manifestó el delantero de Boca, que está a seis unidades del líder Colón de Santa Fe.
Desde el lado millonario
River llega al partido con una racha adversa que ya lleva 10 años, pues la última vez que ganó en la Bombonera fue en el Clausura 2004 con gol de Fernando Cavenaghi. El propio delantero contó: "Mucho no me gusta vivir del pasado porque este es un nuevo partido. Es inevitable recordar ese gol y ese partido, que demuestran lo que significa un Boca-River, la trascendencia que tiene y todo lo que puede generar en la carrera de un jugador".
Cavenaghi, de 30 años, admitió: "El recuerdo de ese partido me genera una felicidad enorme. Ojalá que se pueda repetir". La diferencia con aquel superclásico que más le hace ruido a Cavenaghi es la prohibición del público visitante. "Me apena un poco que no pueda haber hinchas visitantes. Eso me da un poco de tristeza porque creo que un clásico se debe vivir con los dos hinchadas", expresó el capitán `millonario`.
26 de marzo de 2014