Otra vez denuncian un caso de mala praxis en Malvinas
Esta vez, la víctima es un pequeño de cuatro años. El dramático relato de su madre. Con este caso ya son 22 las denuncias en dos años.
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La víctima es Jonatan Zarn, un pequeño de cuatro años del barrio El Primaveral de Pablo Nogués. El pasado 8 de diciembre mientras jugaba con su tío, otro joven de 9 años, se le explotó un aerosol en la mano lo que le produjo graves quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo.
El menor fue trasladado de urgencia al hospital Zin y allí permaneció una semana internado hasta que finalmente falleció de un paro cardíaco. Es por eso que luego de la trágica muerte, sus padres realizaron una denuncia en la comisaría y ahora exigen justicia, al igual que las familias de la gran cantidad de personas que fallecieron en el lugar en este último tiempo.
"Desde el día que entró hasta el viernes, llamaban al otorrino laringólogo y al oculista para que venga, pero ninguno se presentó. El otorrino se presentó, recién cuando a él le estaban por hacer la limpieza. Al nene le tenían que poner anestesia que sólo duró para la limpieza y no para lo demás. Entonces, el otorrino dijo: “¿Para qué me llamaron?”", contó Mariela Brizuela, la mamá de Jonatan, al Diario de Malvinas.
En un relato desgarrador, la mujer contó cómo fue el trato médico que recibió el pequeño hasta sus últimos momentos de vida. "Lo único que le daban a mi hijo era morfina y dipirona. A todo esto, por la tanta morfina que le daban ya le dolían los huesos. No se podía mover ni hablar. A las casi 5 de la mañana, lo ponen en terapia. Ahí ya no pude entrar, tuve que esperar. En seguida llamé a mi familia para avisarle que él había empeorado. Después los doctores me avisan que a Jonatan le había agarrado neumonía", expresó.
En tanto, agregó: "Cuando le hacen la placa, yo le había preguntado al médico si había salido algo como para que tenga semejante dificultad. Me dice que no, que no había nada anormal como para que a él le dificulte respirar. Antes de que le pusieran el respirador, estuve con él y le dije: “Le pedí que por favor aguantara, que si él salía de ahí íbamos a ir casa”. Ese fue el último momento que yo lo ví con vida".
Lo llamativo del caso, y es justamente lo que denuncia la familia, es el certificado de defunción del pequeño. Una vez que le entregaron la documentación correspondiente en el hospital, Mariana recordó: "No había prestado atención que en el certificado dice “paro cardiorespiratorio no traumático”. Yo contrate otra cochería que se encargó de hacerle la autopsia en ciudadela, el día 17. Ese mismo día velan a mi hijo. Me entregan el certificado que hizo el forense, y dice: “paro cardiorespiratorio traumático”. Y ahora la historia clínica está secuestrada".
Como si fuera poco el calvario que les tocó vivir, además sufrieron amenazas. "La persona que recibió las amenazas fue mi marido. Y él no me quiere contar. Hay muchas cosas que él se reserva para no ponerme mal a mí, no me dice nada. Porque yo enseguida me pongo nerviosa por él y los chicos", contó la mujer.
Cabe destacar que no es la primera vez que en el distrito los vecinos aseguran haber sido amenazados por haber denunciado al hospital o alguna maniobra ilícita por parte del municipio. "Yo no tengo miedo, estoy luchando por la memoria de mi hijo", cerró.
09 de febrero
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