Moreno: cruzó de la plaza a la catedral sobre un cable

Como si esto fuera poco, el especialista agregó una serie de piruetas durante su caminata, algo que caracteriza a sus presentaciones urbanas. “Realicé una serie de ejercicios acrobáticos: varios saludos, me senté, me acosté sobre el cable y hasta solté de mis manos el balancín y lo sostuve con un solo pie, que es algo realmente muy difícil”, contó a 24CON, todavía emocionado por su hazaña.

Afortunadamente, el tiempo lo acompañó y, durante todo su trayecto de ida y vuelta, no sopló ni una ráfaga de viento, que es el gran enemigo para llevar a cabo esta disciplina. “El clima fue maravilloso, hacía calor pero estaba hermoso”, comentó el único funámbulo de su tipo en el país.  

Y destacó: “Quise hacer un espectáculo tradicional, porque antiguamente, antes del circo, el funambulismo consistía justamente en esto: atar una cuerda desde la plaza de un pueblo subiendo hacia el campanario de la iglesia, que siempre era el punto más alto. Me parece muy importante que, con este aporte cultural y artístico, haya podido mostrar abiertamente y difundir en el país una actividad hasta ahora desconocida”.

Antes de mostrar su talento, Petriw dio una breve explicación de lo que iba a hacer a la gente congregada en el lugar, que luego observó su performance con sorpresa y admiración. “Fue una instancia muy respetuosa y la recepción de los vecinos fue muy cálida. En cada ejercicio me llenaron de aplausos, y cuando llegué celebraron de la mejor manera”, recordó, agradecido. 

Entre el público presente se encontraban varios sacerdotes de la catedral y hasta el Obispo de la diócesis Merlo-Moreno, Fernando Maletti, con quien el artista mantuvo reuniones durante los dos meses previos a su espectáculo, para obtener los permisos necesarios.  

A pesar de que ya había realizado muchísimas presentaciones similares en las iglesias góticas de Europa y en nuestro país – como en las sierras cordobesas o los edificios de Villa Lugano -, esta ocasión fue especial para Petriw, por tratarse de su ciudad de origen. “Poder hacerlo en Moreno me produjo muchísima gratificación, sobre todo porque fue a verme mucha gente amiga que nunca me había visto en vivo”, explicó.

Con este nuevo logro a cuestas, el equilibrista ya tiene otro en mente: el próximo 21 de diciembre, también en Moreno, hará una travesía en la que unirá dos edificios, a 30 metros de altura. “Siento que estoy plasmando un aporte cultural para difundir el funambulismo en argentina”, insistió, orgulloso.