Hinchas holandesas presas por sus minifaldas
En pleno Holanda-Dinamarca, 36 fanas naranjas fueros detenidas por las autoridades de la FIFA.
Aunque suene increíble, desubicado y hasta de mal gusto, un grupo de fanáticas holandesas fue arrestado durante el encuentro entre Holanda y Dinamarca, por el Grupo E del Mundial de Sudáfrica 2010.
La razón del arresto no fue robo ni nada que se le parezca, sino que las muchachas fueron encausadas por sus minifaldas. Sí, los agentes de seguridad de FIFA vieron las polleritas de las chicas, se horrorizaron y procedieron a detenerlas en pleno match.
Sin embargo, tampoco hay que acusar a la FIFA de moralistas extremos. En todo caso se podría decir que son "negociantes extremos". Los responsables de la entidad máxima del fútbol detuvieron a 36 hinchas holandesas por llevar unas minifaldas de una marca de cerveza no asociada al Mundial.
El grupo de jóvenes fue detenido durante varias horas en el Soccer City de Johannesburgo y, tal y como confirmaron fuentes de la FIFA, serán objeto de medidas legales.
Barbara Kastein, una de las detenidas, explicó lo sucedido en las tribunas: "Estábamos sentadas, haciendo ruido y las cámaras no dejaban de enfocarnos. En la segunda parte, cerca de 40 agentes nos rodearon y nos forzaron a salir del estadio".
Tras ser llevadas a las oficinas de la FIFA, fueron interrogadas por la policía sobre su vestimenta y, sobre todo, para saber si trabajaban para Bavaria. Más de tres horas después, fueron puestas en libertad aunque fuentes de la policía señalaron que siguen investigando el caso.
En vista del revuelo originado, la Embajada de Holanda en Pretoria reaccionó informando de que sólo tres de las detenidas eran ciudadanas del país europeo. Aad Meijer, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, aseveró que los representantes holandeses están colaborando con las autoridades locales para saber "sobre qué base fueron detenidas nuestras ciudadanas. No sabemos que haya ninguna ley sudafricana que permita detener a gente por llevar trajes naranjas".
En el mismo orden, pese a que las minifaldas no llevaban impreso el nombre de la marca cervecera, la FIFA aseveró que las mujeres fueron "utilizadas como un instrumento para una emboscada mercadotécnica".
La cerveza Budweiser es el patrocinador oficial del Mundial y es la única que puede publicitarse en los estadios en los que se disputa la cita. La actitud de la FIFA demuestra hasta qué punto la organización internacional protege sus intereses mercadotécnicos ya que estos constituyen su principal fuente de ingresos.
Fuente: eurosport