Tan antiguo como desconocido

El floripondio, la flor que le da una paliza al cerebro

Se ingiere como té casero y puede causar alucinaciones tan reales como trágicas. Una antigua receta que cada vez se consume más y que puede causar la muerte. "Estas flores te revientan la cabeza", dijeron a 24CON.

Por Redacción 24CON

“Yo te recomiendo que no tomes. Creo que sería lo último que tomaría”, contesta y advierte “Universall”, un internauta en un foro más de la Web, ante una pregunta inquisitiva de “Lukimemu”, otro comentarista.

Hablan del “té de floripondio”, un alucinógeno a base de una planta natural tan milenario como desconocido y peligroso. Ya que distintos sujetos que ingirieron la sustancia, afirman lo mismo: “Podés flashear cualquier cosa”. Y las consecuencias, además de las alucinaciones, son extremadamente riesgosas.

La bebida se prepara de forma casera, hirviendo en agua varias flores (que tienen forma de campana) de la popular planta de floripondio, que se encuentra en gran cantidad de plazas y jardines de casas del país. Su preparado no tiene una fórmula exacta, se pueden utilizar de 2 hasta 8 flores en cada cocción, pero el efecto, sin dudas, no es el mismo.

 

 

La más difundida es la aurea, de flores amarillas o más
comunmente blancas. Es un árbol que llega a medir 4
metros de altura, con hojas oblongas finamente bellosas.
Crece en regiones húmedas.
Los experimentados aseguran que luego de realizar esta siniestra receta, se cuelan las partes sólidas y luego se ingiere la bebida en forma de té, caliente o fría. Un solo vaso es suficiente. El compuesto es muy amargo, por eso hasta hay algunos que le agregan miel o azúcar. Otros, dicen que hasta han comido una flor, para que el “efecto pegue más”.

Los resultados de esta ingesta son definitivamente serios y ciertos médicos explican que puede llegar a ser letal. Las patologías más comunes: arritmia, taquicardia, paranoia, delirio y excitación psicomotriz. Nubla la vista y reseca las mucosas de las vías respiratorias, también produce vómitos.

Lo peor es que los consumidores se ven inmersos en los efectos alucinógenos por aproximadamente unas 8 horas. Luego, los resabios del estado van decreciendo hasta perdurar unos 3 días, con leves malestares intermitentes.

En diálogo con 24CON, el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, explicó que tarda entre 15 y 20 minutos en producir los primeros efectos y ataca directamente al Sistema Nervioso Central.

Por esta razón, agregó: “Crea condiciones en el cerebro que no son posibles de manera normal. Este tipo de alucinaciones que se dan en un primer momento son totalmente creíbles. Por ejemplo, si un consumidor que va caminando por la calle y ve una lámpara en una vidriera de un local que le hace recordar a su abuela, lo más probable que también vea a su abuela y se ponga a hablar con ella”. Por otro lado, reafirmó: “Entendamos que con esto se le está dando una paliza al cerebro, y los daños van a quedar”.

Situaciones similares se condicen con varios comentarios posteados en la Web, y por fuentes consultadas por este medio. “Un amigo pensaba que lo seguían indios y le tiraban flechas y se re desesperó y le agarraron ataques, paranoia y cosas así… otro dice que empezó a hablar con el monstruito de Iron Maiden en el balcón de su casa, y el monstruito saltó y él quiso tirarse, de pedo lo salvaron”, expresa “Lucas_gc”, también del foro.

Otros testimonios de los que experimentaron dicha droga, afirmaron que vieron arañas, hablaron con postes de luz, y hasta vieron personas “cortadas” en la mitad del torso andando en bicicleta. “Es muy flashero”, repiten.

La planta que marchita cerebros

Si bien los especialistas afirman que el consumo de té de floripondio es actualmente muy frecuente entre los jóvenes, su origen deviene de tribus indígenas de antaño, sobre todo en Perú, quienes utilizaban la receta como ritual chamánico.

La planta está esparcida por toda Latinoamérica y Europa y, al igual que en Argentina, su uso como alucinógeno se registra en varios países. Este tipo de vegetación pertenece a las especies Brugamsia de la familia de las solanáceas, tal como se las reconoce biológicamente. Sus flores poseen 0.3% de alcaloides, de los cuales el 80% se compone de escopolamina, un componente natural altamente tóxico que debe emplearse en dosis reducidas.

¿Quiénes lo consumen?

El último caso de un chico internado por la ingesta de esta flor, tomó repercusión pública en febrero pasado, en la localidad de Torquinst. Según publica un diario zonal, el menor debió ser internado 10 días en el Hospital Penna de Bahía Blanca.

Según Izaguirre, “se trata de personas metidas en el consumo que intentan tener nuevas experiencias. Se manifiesta una etapa en la vida de la adicción en donde la persona siente la necesidad de buscar sensaciones diferentes. Con la droga que consume no le alcanza, intenta buscar placer”. "Necesitan sentirse ‘Gardel’ y poder contar las experiencias que tuvieron con estas drogas que le revientan la cabeza, frente al resto del grupo”, sintetizó.

Por otra parte, existe una gama extensa de plantas naturales que también estarían en el blanco de los adictos que “quieren experimentar nuevas sensaciones”, aunque Izaguirre prefiere no nombrarlas. “La idea del consumidor es una idea autodestructiva y desde este punto va ir buscando cosas que lo destruyan y que a la vez le den placer”, expresó.

Lo llamativo es que el floripondio es de fácil acceso, ya que se puede sustraer desde cualquier vereda, o hasta comprar y cultivar, es decir, que no es del tipo de narcóticos manejados por una industria millonaria como el paco, la cocaína o la marihuana, ni tampoco es una droga de diseño como el LSD.

Para concluir, el especialista lanzó: “Lo que no ha querido el Estado es hacerle propaganda. El negocio es tener en la república la mayor cantidad de tarados posibles. No tiene que ver con el dinero sino con el estado cerebral del ciudadano”.
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