Leopoldo Luque, el último médico personal de Diego Armando Maradona, llegó a los tribunales de San Isidro para declarar espontáneamente ante los fiscales que investigan las circunstancias en las que se produjo la muerte del astro futbolístico. Luque está imputado por "homicidio culposo".
Desde ayer el médico está siendo investigado e incluso se inició allanamientos en su casa y clínica, tras las declaraciones recaudadas por la Justicia el día sábado, por parte del círculo más íntimo del ex jugador.
Las fuentes consultadas señalaron que en la casa del médico se secuestró una carpeta con unas cien páginas en las que figuraban estudios clínicos, de laboratorio e informes sueltos de distintas especialidades sobre la salud de Maradona; además de los celulares de Luque y su mujer.
También se incautaron un IPhone, dos tablets y dos notebooks, al tiempo que en el consultorio se secuestró más documentación y una computadora, dijeron informantes.
Tras el allanamiento a su domicilio, el propio Luque aseguró, entre lágrimas, que "no hubo un error médico de parte de nadie", que él no se reprocha "nada" y que "se hizo lo mejor que se pudo" para tratar al capitán de la Selección Argentina Campeón del Mundo en México 1986.