Expertos inmunólogos, infectólogos, virólogos y funcionarios, como el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, criticaron fuertemente la estrategia de varios países europeos de promover contagios "controlados" para inmunizar a la población.
"No creemos en el concepto de contagio controlado. Los instrumentos que nos permiten tomar decisiones públicas para abrir o cerrar áreas y el cálculo real de cómo se va a comportar la curva respecto a eso tiene una exactitud relativamente moderada, es decir, no hay una forma de calcular con precisión", argumentó Quirós.
También aseguró que "no hay experiencia en el mundo que haya permitido hacer esos cálculos". "Lo que nosotros decimos entonces es que queremos tener la menor cantidad de casos posibles entendiendo que las dimensiones del ser humano son muchas y que hay que contemplarlas a todas", concluyó.
En la misma línea, el médico infectólogo Pedro Cahn, destacó la "imposibilidad" de limitar la circulación del virus "sin aislamiento", con su consecuencia en cantidad de "casos y muertes", y la falta de conocimiento sobre si las personas que tuvieron Covid-19 "pueden o no volver a infectarse", son las causas por las que "especialistas y autoridades sanitarias rechazan la estrategia de contagio controlado" que llevaría a una "inmunidad de rebaño".
"El contagio controlado se basa en el planteo de dejar que se infecten muchas personas para generar una especie de inmunidad de rebaño y es un absurdo epidemiológico", explicó Cahn, asesor del Comité de Expertos del Ministerio de Salud de la Nación.
El especialista, director médico de la Fundación Huésped, sostuvo que esta estrategia no es efectiva por dos razones: "Primero porque se basa en asumir que los anticuerpos que el organismo genera como respuesta al virus son protectores, es decir, generan inmunidad, y esto no está comprobado", sostuvo.
"Y segundo -añadió- porque aún si fueran protectores dejar que la gente se infecte como para que se genere 'una inmunidad de rebaño' podría implicar que en el parte de esta noche el lugar de informar como mucho 170 casos nuevos, te informen 2.000 casos, lo que nos llevaría a tener el sistema de salud completamente saturado como pasó en los países que lo hicieron".
Por su parte, el químico e investigador de Conicet Roberto Etchenique señaló que "lo que están llamando 'contagio controlado' sería la forma técnica de lograr 'inmunidad rebaño'. Pero es falso, si se busca la inmunidad de rebaño natural, no es controlada porque vos no sabes a quién le toca y en el mejor de los casos podrías ejercer un cierto control de la velocidad". E ironizó: "Si quisieras controlar tendrías que enfermar a una persona a propósito y aislarla, lo cual es obviamente una práctica antiética".
El especialista explicó que se entiende por inmunidad de rebaño a la que se genera cuando "el porcentaje de la población que ya tuvo contacto con el virus es tan alto que ya el virus tiene dificultad para encontrar personas para infectar" y que en el caso del Covid-19 "esto sucedería con un 60 por ciento de la población infectada".
"Hoy en Argentina tenemos unas 4.880 personas infectadas confirmadas. Supongamos que haya 40 mil casos que no conocemos porque son asintomáticos y que todos hayan quedado inmunes", planteó Etchenique.
Y continuó: "Para frenar naturalmente el virus en el país necesitas a por los menos 24 millones de personas infectadas, o sea que a este ritmo y suponiendo que haya 40 mil casos en total se necesitarían 600 veces más de tiempo que estos dos meses: serían 1200 meses, unos 100 años".
"Entonces -sigue- el planteo es aumentemos la velocidad de contagio ponele 100 veces, para que nos inmunicemos en 1 año. En ese caso, en vez de 100 casos por día vas a tener 10.000 y en vez de 5 muertos por día, 500, como en los lugares donde ya pasó".
Los especialistas advierten que aún si se asumiera que se va a morir toda esa gente, existe otro problema en esa estrategia: todavía no hay evidencia sobre que los anticuerpos que genera el virus en el organismo den inmunidad.
"Cuando uno tiene una enfermedad infecciosa esa enfermedad genera anticuerpos, esta es una respuesta del organismo. Si uno tiene sarampión, va a generar anticuerpos protectores que le van a dar una inmunidad de por vida", explicó por su parte Daniel Ricardo Stecher, jefe de la división de Infectología del Hospital de Clínicas. Y continuó: "Ahora, si tiene VIH va a tener anticuerpos que no le van a servir para combatir la enfermedad, pero van a servir como un marcador de la enfermedad".
El especialista advirtió que, entonces, "la pregunta es para qué sirve la respuesta inmune del coronavirus, y la respuesta es que no estamos todavía seguros si protege como en el sarampión o marca como en el VIH, y para poder asegurarlo faltan muchos estudios".
"Lo que hoy sabemos es que a la semana o diez días aparece una respuesta de inmunoglobulinas en la sangre y que son anticuerpos neutralizantes, esto quiere decir que en estudios de laboratorio inhiben el crecimiento del virus", explicó.
Y concluyó: "Ahora una cosa es lo que pasa en el laboratorio y otra es lo que sucede en el cuerpo humano, entonces, la capacidad de neutralizar en el cuerpo la tenemos que demostrar todavía. Y también tenemos que comprobar en caso de que lo sea por cuánto tiempo dura esa inmunidad".