Para muchos -la gran mayoría- haber llegado si ya no estaban en Punta del Este tuvo como motivo principal el viaje asistir a la lujosa boda de la hija de Nicolás Caputo. Sin embargo, para un minúsculo grupo pudo haber sido la excusa perfecta para hablar de política y revisar entre vals y carnaval carioca la estrategia de Mauricio Macri para el futuro cercano.
El inseparable amigo y socio del ex presidente Mauricio Macri tiró la casa por la ventana. Mejor dicho, la playa por la ventana. Es que eligió José Ignacio, en Punta del Este, para la boda de su hija Sonia, junto con Santiago Giambruni.
Con la presencia de Mauricio Macri y Juliana Awada, quienes viajaron especialmente para el evento, al igual que varios ex funcionarios de peso de la gestión anterior, las playas uruguayas se vistieron de gala para un evento a todo lujo. Empresarios, gente de negocios y famosos también formaron parte de la boda.
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Horacio Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio, Andrés Ibarra y Diego Santilli fueron algunos de los funcionarios en el gobierno de Macri que dijeron presente en el coqueto restaurante que se eligió para celebrar el amor. Los que no asistieron al evento fue dos integrantes de la mesa chica de Cambiemos: María Eugenia Vidal y Jorge Macri, el primo del ex presidente.
El ex compañero de Macri en el Cardenal Newman eligió La Huella, un restaurante que abrió en José Ignacio en 2001. La ceremonia comenzó en la Bajada de los Pescadores (de José Ignacio) para así aprovechar el atardecer a pleno, y de allí todos los invitados se quedaron hasta el amanecer en La Huella.