Crimen de Fernando: el celular del Papa suma otro problema a los rugbiers

El Santo padre se comunicó desde el Vaticano con los padres de Fernando Báez Sosa. Las implicancias de que el Papa se solidarice con la familia del chico asesinado.

El dolor trascendió fronteras. No solo ocupa horas y horas de radio y televisión. Ganó la calle y la opinión pública. La barbarie que esos 10 jóvenes que jugaban al rugby aplicaron contra la integridad física de Fernando Béez Sosa, esa noche a la salida del boliche de Villa Gesell, provocó reacciones de todo tipo. Fue un cachetazo para la sociedad en su conjunto y destrozó la vida de una familia trabajadora que no esperaba semejante traición del destino. 

Y fue tal el cimbronazo que pegó la noticia, que hasta el papa Francisco hizo su aporte. El Santo Padre llamó a Graciela y Silvino, los padres de Fernando Báez Sosa y les brindó su solidaridad por su pérdida.

Aunque allegados al Vaticano y a la familia de la víctima aclararon que se trató de un "diálogo privado" y no quisieron detallar el contenido del mismo, dejaron trascender que se trató de "un gesto y un mensaje del Papa para la sociedad, ante las situaciones de violencia que se vive en estos momentos en la Argentina y el mundo". El joven asesinado a golpes concurría a un colegio católico, el Marianista, fundado por la Sociedad de María.

Fernando dedicaba parte de su tiempo colaborando con la ONG Seres vs Teneres en la localidad bonaerense de Marcos Paz en busca de la "transformación social", como lo recordaron voluntarios de la organización.

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