Conforme avanzan los estudios científicos sobre las propiedades del cannabis, y de la marihuana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió esta semana retirar esa sustancia de la lista de drogas peligrosas que data de 1961.
La lista IV está integrada por "sustancias dañinas y con beneficios médicos limitados" por lo que la OMS consideró que mantener el cannabis "en ese nivel de control restringiría gravemente el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta".
El tratamiento con resina, o aceite, de cannabis resultó positivo en pacientes con ataques de epilepsia o dolor crónico, entre otras afecciones que hasta ahora eran mitigadas con psicofármacos tradicionales.
Desde la OMS respaldaron así un estudio que finalizó en noviembre de 2018 y que podría modificar la lista IV, la categoría más estricta contemplada en el Tratado de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, le envió una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el 24 de enero pasado para este fin.
Así la OMS intentará que los 53 países que integran la comisión de estupefacientes traten la propuesta y la sometan a votación durante el 62° Período de Sesiones de Naciones Unidas, a convenir en Viena (Austria) en marzo de 2019.