Hipertensión, una enfermedad silenciosa y mortal
La esfingomanometría es el método habitual para que se utiliza para medir la presión arterial, y en base a los datos obtenidos por el medico clasifica al paciente dentro de la normalidad, y lo patológico.
Categoría PAS PAD
Normal Hasta 129 y/o Hasta 84
Limítrofe 130-139 y/o 85-89
HTA Grado o Nivel 1 140-159 y/o 90-99
HTA Grado o Nivel 2 > 160 y/o > 100
HTA sistólica aislada ≥140 y < 90
Las siglas PAS, PAD, y HTA, se refieren a presión arterial sistólica (conocida como máxima), presión arterial diastólica (conocida como mínima) e hipertensión arterial, respectivamente.
¿Para qué sirve que el medico clasifique la presión, y qué nos puede causar este aumento de la presión?
Sabiendo que la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre en las paredes de vaso sanguíneo, y sabiendo que los vasos sanguíneos llegan a los órganos, podríamos pensar que este aumento podría causar algún daño en uno o más órganos, y de hecho es así.
La principal complicación de esta presión es que al llegar con tanta fuerza a ciertos órganos los daña. Los órganos principalmente afectados, son el riñón, el cerebro y el corazón. El corazón de los pacientes hipertensos se agranda, a esto se lo conoce como hipotrofia ventricular, esto predispones a cardiopatía isquémica y así puede llevar al infarto.
El riñón es el órgano encargado de formar la orina, esta contiene muchísimos productos que necesitan ser eliminados ya que forman parte del metabolismo normal de nuestro cuerpo. En el riñón del paciente hipertenso se ve la nefroesclerosis hipertensiva, una patología que produce disminución de la filtración de esos productos de desecho, y la acumulación de los mismos, en el organismo, con consecuencias, que pueden en algunos casos comprometer la vida del paciente.
A nivel cerebral, pasa algo parecido que en el corazón, ya que el flujo cerebral se ve afectado y se produce el infarto cerebral, lo que comúnmente se llama acv.
La hipertensión al ser una patología tan relevante, fue dedicación de estudio por muchísimos años, por muchos grupos médicos y científicos, y se recomiendan medidas de tratamiento farmacológico y no farmacológico. Dentro del primer grupo son medidas adoptadas por el medico, y son muy particulares para cada paciente, dentro de las no farmacológicas son muy importantes para poner en practica, ya que hablan de estilo de vida.
Comer con poca sal, reducir la ingesta calórica, realizando una dieta saludable, ejercicio como caminatas, 3 o 4 veces por semana con una duración mínima de 45 minutos, abandonar el consumo de alcohol, y cesar el hábito del tabaco.
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