Nació en San Martín y empezó sus estudios de teatro gratis en la Municipalidad. Participó en una incontable cantidad de obras y series de televisión, mientras crecía como artista de la mano de Alicia Zanca. Recibido de actor y director de artes escénicas, sigue viviendo en su ciudad de origen y asegura que “jamás” se va a mudar. A los 27 años, Juan Paya está encarando con su productora, Escena Catorce, un proyecto cinematográfico innovador que tendrá como escenarios centrales a la Peatonal Belgrano, la plaza central y el palacio municipal.
El emprendimiento tiene para él una misión clara: mostrar un San Martin diferente del que se ve en los medios, y así terminar con la “mala fama” del distrito. “La mayor parte de mi trabajo lo realizo del otro lado de la General Paz, en Palermo, y cuando digo dónde vivo, me ponen cara de ‘pobrecito’”, se queja. “Pero yo veo otra realidad y quiero que la conozcan”.
Se trata de una miniserie, filmada en Alta Definición, que será transmitida únicamente por Internet. “La idea es incluirla en un sitio Web que vamos a crear para varios contenidos artísticos, como clínicas musicales y concursos para bandas”, explica Paya, y agrega: “Los grupos van a poder mandar sus canciones para que la gente vote, y al ganador le vamos a grabar su primer videoclip”.
La ficción sanmartinense se enmarca dentro de un plan de 10 miniseries, que tendrán 10 capítulos de 10 minutos cada uno. En este caso, será una comedia musical humorística de enredos. “La peatonal da perfecto para el argumento, con los bailarines haciendo la coreografía mientras la gente pasa”, se entusiasma su creador, que también va a darle un toque interactivo, ya que los internautas podrán elegir los cambios y el final de la historia.
Para concretarlo, ya cuenta con el compromiso de palabra de las autoridades y con el apoyo de algunos empresarios del partido. Su idea es arrancar con el rodaje, que durará 15 días, en marzo del año que viene.
Los nombres de los protagonistas también están decididos: Nicolas Maiques – con quien Paya había trabajado en teatro –, Esteban Coletti, Sabrina Carballo y Dalma Maradona van a actuar, cantar y bailar ante la mirada de los vecinos de la ciudad. Además, el director aprovechará la ocasión para descubrir “talentos autóctonos”: tiene pensado hacer una audición, para “darles la posibilidad de que vivencien un rodaje” a los estudiantes locales de danza y teatro.
Por eso, convoca a todos los interesados en participar como actores o brindar cualquier tipo de ayuda a la producción. El E-mail de contacto es info@escenacatorce.com.ar.
¿Cómo pasaste de la actuación a la dirección? Siempre me gustó la actuación, porque ahí di mis primeros pasos. Tuve que transitar en ese ámbito para entender cómo es el sistema de producción. Una vez que entendí el juego, me animé a producir mis propias cosas. No puedo estar sin hacer nada: a mí las ideas se me ocurren y trato de llevarlas a cabo. Siempre me gustó diversificar en todo lo que tenga que ver con lo artístico. Si no, correría riesgo de laburar menos.
Juan Paya en el backstage de uno de sus rodajes.
¿Así decidiste armar tu propia productora? Lo hice para autogestionarme. Con la profesión del actor, tenés que esperar a que te llamen. Y yo necesitaba gestionarme mis cosas para no depender de los demás. Escena Catorce arrancó hace dos años y medio con la posibilidad de hacer un musical infantil en el teatro El Cubo. Cuando me quise acordar, lo estábamos estrenando. A partir de ahí, siempre seguimos trabajando. Lo último que hicimos fue “Socorro, malcriados” en el Broadway 2, que fue mi primer musical en la calle Corrientes.
¿Siempre centrás tus proyectos en lo musical? Me es atractivo. Como actor, lo que más me gusta es el drama, pero en ese género sabés que la gente está predispuesta a llorar y a ver algo denso. En cambio, el musical es más abarcativo: le puede gustar a chicos y grandes. Es divertido que, en medio del texto, haya canciones con coreografías. Algo más visual es siempre más efectivo.
¿Qué papel jugó Alicia Zanca en tu carrera? Es mi madrina artística, porque me dio la posibilidad de empezar a ganarme el mango con el teatro. Antes, solamente estudiaba, no me sentía capacitado para trabajar de eso. Pero, el primer año que la conocí, me propuso trabajar con ella. Ahí sentí que era el momento de arrancar. Largué mi trabajo y pasé a ser su asistente de dirección. Desde entonces, fue un proceso de crecimiento y mucho aprendizaje a su lado, en paralelo a mis proyectos individuales. En el verano, va a dirigir una obra que yo escribí.
¿Qué otros trabajos tuviste en San Martín antes de ser actor? Vengo de una familia de clase media y estudiar actuación siempre fue carísimo. Entonces, tuve que trabajar desde chico para pagarme las clases. Empecé como cadete, estuve en un boliche como barman, trabajé en una radio en José León Suárez y después entré a una fábrica, que es lo que me permitió independizarme económicamente. Me convertí en soldador.
¿Y qué te decían tus compañeros de la fábrica cuando les contabas que querías actuar? Había un desequilibrio. Mientras estaba en la fábrica, trabajaba con gente de clase media baja que venía del interior, y a la noche me iba a Palermo a estudiar con gente que tenía muchísimo dinero. A la mañana era una realidad, y a la noche otra. Si, en el laburo, contaba lo estudiaba, era como hablar chino. Y después, si en Palermo hablaba de la fábrica, sentía que me tenían lástima. Gracias a Dios, eso me permitió mantenerme centrado entre los dos mundos.
¿Por qué querés que tus miniseries se vean sólo por Internet? Considero que la televisión está desapareciendo. Se renovó, antes había otro tipo de televisión. No digo que sea ni mejor ni peor, pero cambió el foco y no hay mucha ficción. Casi no hay unitarios y, de los que hay, algunos no son muy buenos. A la inversa, de las series que hay en Internet, todavía no pude encontrar una que me genere atracción. Entonces, siento que tengo las condiciones para hacer un buen producto, con el que la gente se banque muy bien los 10 minutos que se tiene que bancar.
¿Cómo ves el trabajo de los directores argentinos de la actualidad? Estoy en contra del cine de autor, como espectador y como parte del medio. Me parece que un hecho artístico está para que la gente lo consuma. Si hacés arte para unos pocos, estás sectorizando y discriminando al resto. En ese sentido, lo que consiguió Juan José Campanella con “El secreto de sus ojos” fue hacer un hecho artístico de nivel sin que sea de autor, sino bastante popular y comercial. Si la gente sale de cine o del teatro y se queda pensando, sin decir al toque “qué bueno que estuvo”, me parece que estás errando el camino.
¿Te imaginás a San Martín como la San Luis del Conurbano? Me encantaría. Hay muchos escenarios para hacerlo, y se daría trabajo a los vecinos. Ojalá pueda ser el primero que lo lleve acabo, para dar el puntapié inicial. Después, que cuenten conmigo si quieren seguir haciendo estas cosas. Tengo una adaptación de Romeo y Julieta para hacer en una villa, que me gustaría poder filmar en San Martín.
Mirá una parte de "Socorro, malcriados", la última producción de Juan Paya: