"La jugada de Fort es intentar separarme de Luis, pero no lo va a lograr"

El conductor de Intrusos reivindica su amistad con Luis Ventura y refuerza su embestida contra el chocolatero. Eso sí, sin hipocresía, reconoce que no le agrada verlos juntos: “No me gusta que un amigo mío esté con personas como él”.

Por Revista Paparazzi
Luego del llamado de atención que le dio su salud en julio pasado, Jorge Rial se decidió a tomar las cosas con mayor calma. Sin embargo, un breve repaso de los acontecimientos que protagonizó en los últimos días bastará para comprobar que las emociones siguen intactas en su apasionado temperamento. De un extremo al otro, sin términos medios. Vaivenes propios de la profesión, resultantes de situaciones que premiaron el buen andar de sus productos y de otras que no le ofrecieron más alternativas que salir a confrontar. Por un lado, la felicidad de ser nominado con su programa radial a los premios Eter, la sonrisa que le dibuja diariamente el rating de Intrusos y la gratitud que infló su espíritu al ser el elegido por Telefe para conducir Gran Hermano 2011, el salvavidas que el canal de las pelotitas prepara para recuperar el terreno perdido a manos de El Trece. Por el otro, casi en simultáneo, el durísimo cruce con Ricardo Fort y los chispazos con su amigo Luis Ventura. “La jugada de Fort es separarnos, pero no lo va a lograr porque no es tan inteligente. Luis es y seguirá siendo mi amigo”, asegura Rial.

–Se te ve con mucho trabajo y viviendo situaciones por momentos muy tensas, ¿qué hacés para desestresarte?
–Tengo una filosofía de laburo que es la del cirujano. Para mí, el estudio de televisión es el quirófano. Yo entro, opero, lo cierro al tipo y me voy, no lo sigo después. Lo que pasa en el programa, en el canal, no lo llevo afuera. Eso es algo que logré ahora. Antes, por ahí no podía.

–¿Cómo estás de salud después de la angioplastía?
–Muy bien por suerte. Además, lo que me sucedió sirvió para equilibrarme emocionalmente. Me vino bien para recuperar otros proyectos que tenía, para hacerme tiempo, empezar a hacer gimnasia. Me levanto a las 6 de la mañana todos los días, después me voy a la radio.

–¿Cómo tomaste la nominación a los premios Eter?
–Siento alegría. En ocho meses, con Ciudad GotiK logramos superar los dos dígitos de audiencia. Es una medición histórica para La Red. Después, el premio, la nominación, fueron algo mínimo, algo insólito también, porque que un producto de ocho meses en el aire compita con programas como los de Fernando Bravo y el de Víctor Hugo, que ya están consolidados, es muy pero muy positivo.

–Hoy el político elige a quién darle notas. ¿Por qué crees que todos te atienden?
–Al principio había un poco de temor del otro lado cuando les decían que era yo. Hasta que se daban cuenta de que en realidad había un periodista, que no era el tipo de la tarde. Y salieron todos. Hasta Chávez habló dos veces conmigo.

–Con Intrusos estás ganando la franja horaria, ¿vino bien el reacomodamiento en el horario?
–Ahí estamos con Intrusos. Después de un par de meses que fueron duros, estamos otra vez liderando con comodidad lo que son los programas de espectáculos. Yo sabía que teníamos que cambiar. No por una cuestión de competencia, ni por un tema de rating, sino por el estilo de programa. Nos costaba mucho tener los invitados y yo sabía que la cosa iba a salir bien. Solamente había que tener paciencia. Nos pasó cada vez que cambiamos de horario. Intrusos arrancó a las 13.00, fue a la 14.00, a las 16.00, a la noche… ¡anduvo por todos lados!0 Es un programa que se acomoda a todos los horarios.

–¿Verdaderamente se enojaron con Ventura por el tema de Fort?
–No. Personalmente no. La realidad es que a mí no me gusta que Luis esté con Fort, porque no es un tipo para estar al lado de él. Nosotros únicamente marcamos diferencias en el aire, cuando noto que él defiende cosas que yo no comparto o que no estoy de acuerdo, y él conmigo también lo hace. Pero sólo al aire. Fuera del aire, no hay discusión posible.

–¿Son una pareja imposible de disociar?
–Yo siempre imaginé que la jugada de Fort era separarnos. O de lo contrario, lograr impunidad de parte mía, creyendo que estando Luis con él, yo no lo iba a criticar. Y no es así. Yo a Luis lo respeto, es mi amigo.

–¿Ves a River y te volvés a estresar?
–Me gustaría que vuelva el Pelado Díaz, pero es imposible, el ego de Passarella impide todo. ¿Si me postularía para presidente? No. Yo soy hincha. Si fuera presidente y perdemos como estamos perdiendo, bajo al vestuario y armo un quilombo. Estaríamos todos los domingos cagándonos a trompadas.
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