"Los rumores sobre la sexualidad de mi marido, me causan mucha gracia"
Cuando terminó el colegio secundario, Miriam Lanzoni (27) abandonó el pueblo Pampa del Infierno, en el centro de la provincia de Chaco, para estudiar actuación en Buenos Aires y cumplir sus sueños de niña. A los pocos meses de haber llegado conoció a su actual marido, Alejandro Fantino (38), en el club de Tenis de Guillermo Vilas, en un evento en que ella era promotora, pero en ese momento los dos tenían sus respectivas parejas. “Nos seguimos viendo y encontrando de casualidad en el mismo lugar y al tiempo empezamos una relación medio clandestina pero a la vez muy fuerte. Diría particular”, señala la actriz.
—¿Cómo definirían esa química tan especial que tanto los atrajo?
—MIRIAM LANZONI: Creo que lo nuestro fue un pacto. Los dos sabíamos que estaba todo bien más allá de cualquier circunstancia y tampoco nos cuestionamos eso de estar de novios, nos queríamos sin pensar en el futuro. Somos él y yo.
—ALEJANDRO FANTINO: Lo nuestro fue creciendo porque nos dimos cuenta de que nos amábamos profundamente y con el paso del tiempo estamos más unidos y felices. Nosotros reafirmamos el amor y el matrimonio nos permitió crecer como personas, como profesionales y debo admitir que hasta soy mejor padre.
—Tienen una manera particular de tomar decisiones, como por ejemplo, esta de casarse en secreto.
—M.L.: Nuestro plan era no contárselo ni siquiera a nuestros padres porque queríamos que ese momento fuera sólo de los dos, pero cambiamos de opinión casi a último momento. Somos especiales en todo, vamos por el día a día, nos elegimos día a día y el único contrato que nos importa es el de amarnos y respetarnos.
—A.F.: Nos casamos el 30 de octubre de 2006 con apenas cuatro meses de convivencia. No transitamos el típico noviazgo porque Miriam nunca soñó con casarse de blanco, lo nuestro fue maravilloso desde otro lugar, es más, conocí a mis suegros el dia del Civil.
—Miriam, cuando mira “Animales Sueltos” y ve a su marido rodeado de bellas mujeres, ¿siente celos?
—M.L.: Esas situaciones me divierten mucho, es más, lo instigo todo el tiempo a que sea más atrevido.
Por mi parte, yo fantaseo con mil hombres pero mi marido los contiene a todos Además, yo lo seduzco todo el tiempo y Ale vive pendiente de mí, nos retroalimentamos, y a la vez disfrutamos la vida en forma independiente Me trata como a una princesa En casa tengo un vestidor y un baño decorado con estilo renacentista y es nuestro lugar preferido
—AF: Nos manejamos sin reproches, pero si algo nos reprochamos es no estar más tiempo juntos Tratamos de acompañarnos, si puedo voy al teatro para presenciar un ensayo, o ella viene al programa y cuando salimos lo hacemos juntos
—¿Es cierto que usted confecciona su propia lencería y prendas sexy?
—ML: Sí, para el teatro y la vida Si tengo un evento y me dan ganas de determinado modelo y estoy con tiempo corto, coso y tengo prendas sin estrenar, inclusive trajes de baño
—¿Cómo distribuyen las tareas de la casa?
—ML: Yo me ocupo de las cuentas, es lo único que tenemos definido, y cocina el que está, porque los dos tenemos mucho trabajo y mascotas que atender: tres ovejeros, Greta, Ramsés y Williams, un caniche, Chocolino, y dos loros
—AF: A mí me gusta regar el parque y las plantas, pero no hago tareas del día a día Cuando voy a pescar a mi provincia natal, Santa Fe, si no hay pique compro una buena boga y la preparo a la mostaza, o un dorado a la parrilla y agasajo a mis amigos con un escabeche de pato o vizcacha
—MIRIAM LANZONI: Creo que lo nuestro fue un pacto. Los dos sabíamos que estaba todo bien más allá de cualquier circunstancia y tampoco nos cuestionamos eso de estar de novios, nos queríamos sin pensar en el futuro. Somos él y yo.
—ALEJANDRO FANTINO: Lo nuestro fue creciendo porque nos dimos cuenta de que nos amábamos profundamente y con el paso del tiempo estamos más unidos y felices. Nosotros reafirmamos el amor y el matrimonio nos permitió crecer como personas, como profesionales y debo admitir que hasta soy mejor padre.
—M.L.: Nuestro plan era no contárselo ni siquiera a nuestros padres porque queríamos que ese momento fuera sólo de los dos, pero cambiamos de opinión casi a último momento. Somos especiales en todo, vamos por el día a día, nos elegimos día a día y el único contrato que nos importa es el de amarnos y respetarnos.
—A.F.: Nos casamos el 30 de octubre de 2006 con apenas cuatro meses de convivencia. No transitamos el típico noviazgo porque Miriam nunca soñó con casarse de blanco, lo nuestro fue maravilloso desde otro lugar, es más, conocí a mis suegros el dia del Civil.
—Miriam, cuando mira “Animales Sueltos” y ve a su marido rodeado de bellas mujeres, ¿siente celos?
—M.L.: Esas situaciones me divierten mucho, es más, lo instigo todo el tiempo a que sea más atrevido.
Por mi parte, yo fantaseo con mil hombres pero mi marido los contiene a todos Además, yo lo seduzco todo el tiempo y Ale vive pendiente de mí, nos retroalimentamos, y a la vez disfrutamos la vida en forma independiente Me trata como a una princesa En casa tengo un vestidor y un baño decorado con estilo renacentista y es nuestro lugar preferido
—AF: Nos manejamos sin reproches, pero si algo nos reprochamos es no estar más tiempo juntos Tratamos de acompañarnos, si puedo voy al teatro para presenciar un ensayo, o ella viene al programa y cuando salimos lo hacemos juntos
—ML: Sí, para el teatro y la vida Si tengo un evento y me dan ganas de determinado modelo y estoy con tiempo corto, coso y tengo prendas sin estrenar, inclusive trajes de baño
—¿Cómo distribuyen las tareas de la casa?
—ML: Yo me ocupo de las cuentas, es lo único que tenemos definido, y cocina el que está, porque los dos tenemos mucho trabajo y mascotas que atender: tres ovejeros, Greta, Ramsés y Williams, un caniche, Chocolino, y dos loros
—AF: A mí me gusta regar el parque y las plantas, pero no hago tareas del día a día Cuando voy a pescar a mi provincia natal, Santa Fe, si no hay pique compro una buena boga y la preparo a la mostaza, o un dorado a la parrilla y agasajo a mis amigos con un escabeche de pato o vizcacha