Hace algunos días el Municipio celebraba el 112 aniversario y todos los asistentes aguardaban por la presencia del jefe, pero éste brilló por su ausencia.
La principal oradora fue la intendenta interina, María Luisa Geiszer, que en su alocución habló casi únicamente de Ishii: “Antes, decir José C. Paz... nadie sabía dónde quedaba; hoy, decir José C. Paz es decir Mario Ishii... toda la Nación lo reconoce...”. “Cuando muchos decían que José C. Paz era un distrito no viable, Mario Ishii demostró que cuando se quiere, se puede. Y cambió la historia de José C. Paz...”. “Lamento que él hoy no nos pueda estar acompañando, porque todo esto se lo debemos a Mario Alberto Ishii. Y les pido perdón por ser reiterativa, yo soy una más de la gestión que trató sacar adelante al distrito...”.
El hombre pisa fuerte en serio. Y se hace notar. “Tenía muchas ganas de estar acá, con nosotros, pero ese día justo tuvo un viaje impostergable, urgente; igual se encargó de manejar todo por teléfono”, dice a La Tecla José Mondoví, el presidente del Concejo Deliberente paceño, a la hora de dar cuenta del faltazo de Ishii. Al parecer, el mandamás está siempre. En las sombras, pero está. Allegados al Municipio cuentan, además, que “de tanto en tanto se da una vueltita y realiza una especie de control general”, al tiempo que agregan que “no se le pasa una”.
La salud
Como sea, lo cierto es que Ishii no aparece. Y desde algunos sectores especulan con los problemas de salud que viene acarreando el mandatario desde hace algún tiempo. Una de las ultimas veces que se lo vio por el Municipio, en una de esas “esca-paditas”, al ser abordado por la prensa el hombre del poncho decía: “Estoy un poco enfermo, todavía, pero, bueno, vamos tratando de salir y seguir trabajando”.
Sin embargo, diez o quince días después, el intendente en uso de licencia se dejaba mostrar en las puertas del Congreso, durante una marcha a favor de la ley de Medios, mientras cientos de manifestantes portaban pancartas y carteles que rezaban frases tales como “Ley de Medios Sí. Mario A. Ishii. José C. Paz”. Antes, micrófono en mano, el líder peronista de la Primera se había encargado personalmente de organizar la movilización.
Todo indica que los inconvenientes padecidos tras haberse puesto en manos del doctor Alberto Cormillot para la realización de un bypass gástrico y enfrentar un marcado sobrepeso, quedaron atrás.
A la caza de los traidores
Y también es cosa del pasado aquello de ir en busca de los “traidores”. En su momento, el revuelo fue grande. Frases como “No se tenían que suicidar, pero por lo menos hubieran avisado lo que iban a hacer” o “Veo cómo las águilas, las aves de rapiña y los traidores al Movimiento Nacional Justicialista aparecieron y mostraron sus garras y su traición”, preocuparon feo a varios colegas, aunque con el paso de los días salieron a contestar como haciendo caso omiso a los dichos de Ishii. Igualmente, el paceño nunca dio nombres y, aparentemente, tampoco salio a la búsqueda de esos intendentes que en sus distritos sacaron más votos que Néstor Kirchner. “Fue algo que dijo en su momento, de ese día, ni bien terminaron las elecciones; las cosas están bien, Mario (Ishii) trabaja fuerte para la unidad del peronismo, sobre todo en la Primera sección, haciendo base en su línea política”, destaca Mondoví.
Todo es color de rosa. Salud y política, al parecer, y según consignan sus allegados, marchan de la mejor manera para el jefe comunal de José C. Paz. Pero, por ahora, no regresa. La licencia por tiempo indeterminado se hace extensa y sin definiciones precisas a la vista. Algunos dicen que antes de fin de año el cacique volverá a sentarse en el sillón de la intendencia. Otros afirman que prefiere dejar pasar el verano y retornar recién en marzo.
En el palacio comunal, o lejos de éste, el hombre sigue trabajando en pos del kirchnerismo, defendiendo a ultranza -aunque sea en silencio- las posturas adoptadas por el matrimonio presidencial. Pero, vale preguntarse: ¿Fue gracias a Ishii que el Frente para la Victoria comenzó a levantar cabeza? ¿Tuvo que ver el trabajo desde las sombras llevado a cabo por el jefe comunal de José C. Paz? ¿O sus duras palabras sólo cooperaron a que la desunión se hiciera aún más visible? ¿Qué pasó con los supuestos traidores? ¿Se guardó o lo guardaron?