La vuelta de Néstor Kirchner
Ahora, envalentonado por algunos éxitos, está dispuesto a una nueva apuesta que deje atrás la depresión por su primera derrota.
“Una imagen vende más que mil palabras”, comenta, irónico, un dirigente del Conurbano, experto en generar y descifrar los laberintos del peronismo.
Se refiere a la foto que Néstor Kirchner autogestionó, primero con los jefes comunales de la Tercera y luego con los de la Primera. Fue su manera de mostrar que la comandancia en el partido, aunque ahora virtual, sigue en pie, al igual que su vínculo con los intendentes. Los jefes municipales continúan manejándose directamente con los ministros y funcionarios correspondientes, de acuerdo a la necesidad de turno.
El secretario de Obras Públicas, José López; el de Desarrollo Urbano y Vivienda, Luis Bontempo; y el de Recursos Hídricos, Fabián López, son caras conocidas en el territorio. Igual sucede con la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y su gente. ¿Y Scioli? Esta es la pregunta que se repite. Todos respetan la lealtad del Gobernador, pero entienden que no ocupa un lugar en la discusión por los recursos.
El señor K no tiene intención de cambiar sus estrategias de juego. Aunque toma cuenta de muchas de las críticas que le han marcado, confía en sus propias evaluaciones. Sigue decidido a mostrarse como un batallador que hace frente a nuevas peleas contra viejos enemigos.
La arenga contra el grupo Clarín no es nueva, y continúa siendo una de las piezas clave de la movida. Así lo dejó en claro en los encuentros que mantuvo con los jefes comunales del Gran Buenos Aires. El escenario privilegiado para la contienda es el propio Ejecutivo.
Otro, menos confiable, el es Congreso. A partir de diciembre los números no estarán dispuestos de manera favorable, por lo que ya comenzó a gestionar nuevas alianzas. Diputados hiperkirchneristas se encuentran abocados al diálogo con sectores opositores, como los ex ARI del SI, el ex intendente de Morón y electo diputado Martín Sabatella, algunos gremialistas y legisladores que ingresan por acuerdos locales, algo frágiles, conformados en otras provincias.
“Estamos charlando, viendo cómo sigue esto a partir del próximo año”, asegura un parlamentario del FpV que sueña con volver al proyecto transversal.
Otro dirigente del PJ oficialista se muestra más escéptico. “El pingüino conserva su capacidad de daño intacta”, comenta, a modo de broma. “A veces es difícil saber exactamente lo que piensa, y lo que va a hacer; no es un hombre de consultar sus decisiones”, agrega.
Néstor Kirchner es un hombre de acción, de ello no hay duda. Y dispuesto a reconstruir su poder, algo diluido en la última contienda electoral, organizó una serie de encuentros mediáticos con dirigentes convenientes a su estrategia. Estas reuniones buscan mostrar no sólo su “poderío”, sino también ser una suerte de castigo para aquellos que no le fueron obedientes. Ya pasó la primera ronda con los intendentes del Conurbano. Continuará la recorrida por el interior, la capital provincial, y con otros sectores partidarios.
“Se viene mucha actividad”, dicen desde el entorno. “El pingüino está de vuelta y no va a parar hasta la Presidencia”, comentan, con cierto humor, aunque muy cerca de la realidad. Resta ver cómo hará K para sortear o anular las jugadas de los otros presidenciables, cómo erradicará los fantasmas de la ingobernabilidad y cómo superará sus propias falencias, ya evidenciadas el 28 de junio pasado.