Las hijas del rock ahora son "lolitas" calientes

Por Florencia Canale

En la década del setenta, cuando los músicos del rock inglés arrasaban ante públicos multitudinarios con sus letras y acordes –y algún que otro escándalo–, nunca imaginaron que volverían a las páginas rosas por mérito de sus hijas. Esto es lo que les sucede a los rockers internacionales. Mick Jagger, Keith Richards, Rod Stewart y Bob Geldof ya no adornan las revistas. Llegó la hora de las nenas. Cansadas de no tener actividad reconocida, las post teen decidieron sacarse la ropa para posar bellas en pos de una carrera incipiente como modelos.

Algunos días atrás, Georgia May Jagger, la menor del matrimonio glam del líder de los Rolling Stones y la modelo texana Jerry Hall, explotó como la imagen de la marca de jeans Hudson. Con la boca del padre y la melena blonda de la madre, Georgia expuso su cuerpo de 17 años casi al desnudo. Como si no fuera una novata, la joven fue fotografiada por Mario Sorrenti, ex novio de Kate Moss y artífice de la campaña desnuda de Obsession, de Calvin Klein. El parecido entre ambas es notorio. Pero Georgia desde chiquita tuvo maestras en la familia. Su madre descolló las pasarelas en los setenta y ochenta, y su hermana Elizabeth, de 25 años, es uno de los bastiones de la agencia Élite.

Además de prestar sus curvas a los diferentes escenarios, la teenager hizo algunas tomas con su novio Django, hijo del líder masculino de Eurythmics, Dave Stewart. “Heredó mucho de sus padres, Mick Jagger y Jerry Hall”, explicó el ejecutivo de cuentas, David Lipman. “Sin embargo y más que nada, es su espíritu lo que más me cautivó de ella.”

Recién en septiembre la campaña será develada en Estados Unidos. Pero el golpe de efecto sacudió al mundo de la moda, y la chica ya se agenció la tapa de Vogue París, para el mes que viene.

Sin embargo, la benjamina de los Jagger no es la única tentada por los flashes de la moda. Alexandra Richards, la menor del célebre guitarrista de los Stones y la ex modelo Patti Hansen, también eligió el modelaje como estilo de vida. Su primera campaña la protagonizó junto a la que sería su futura cuñada y luego ex, Liz Jagger, para Tommy Hilfiger.

Keith Richards es el Stone que promueve una imagen más reventada de los cuatro. El año pasado protagonizó un acontecimiento por demás bizarro. Decían que el guitarrista se había fumado las cenizas de su padre muerto. El hombre nunca ocultó sus vicios. Y cualquier mente inocente podría inferir que su descendencia, por repetición o sólo como una obligación congénita, heredaría sus usos y costumbres. Nada más alejado. Alexandra detesta el mundo de la noche y sus preferencias a la hora de la nocturnidad son la televisión y un plato de pasta. A diferencia de los otros vástagos Stones, las hijas de Richards responden al sobrenombre de “Ángeles”.

Quien no acusa recibo de ser blanca y pura como las otras es la hija de Rod Stewart. La mayor de todas, Kimberley, decidió que podía ser modelo. Se desvistió todo lo que pudo y se juntó con las fiesteras Paris y Nicole Hilton. No falta a ningún evento, encuentro glam, red carpet que la hospede, estreno y demás aglomeraciones sociales. Kim siempre da que hablar: por su desnudez crónica o por su estado etílico, la sexy Stewart intenta emular a su famoso padre. Y por si esto no le alcanzara, la platinada aprovecha el estertor que le dejan sus campañas clase C, para realizar sus propios diseños. Siempre y cuando no esté internada, como hace poco. La británica fue ingresada de urgencia por su hígado, baqueteado por el alcohol. Cuando su padre intentó algún tipo de castigo, la muchacha acusó que la sangre escocesa primaba y que no debían asustarse. Papi Rod no estuvo demasiado de acuerdo.

La díscola Kim, cuando se pone seria y responsable, engalana las páginas de las revistas de moda. Pero sobre todo, la prensa del corazón la tiene entre sus emblemas dilectos.

La menos conocida pero igual de inquieta es la hija del cantante irlandés Bob Geldof y de la escritora fallecida en el 2000 Paula Yates. Peaches tiene 20 años y la moda alternativa la desvela desde hace unos años. La chica de ojos intensos quiso poner el cuerpo y lo logró. Seguramente, su apellido ayudó bastante. Y no conforme con jugar a la lolita celta, la joven con nombre de fruta lanzó su propio reality show por tevé, además de ser la cronista invitada del programa Tonight with Trevor McDonald.

Sus padres descollaron los charts musicales. Algunos sedujeron a cuanta chica bonita pisara el suelo que ellos tocaban. Otros optaron por quedarse junto a la novia de los primeros tiempos. Lo que nunca pensaron las estrellas sesentonas del rock mundial era que sus hijitas queridas bombardearan la crónica social de la mano seductora del fashion. Pero la moda no es ya lo que era cuando Jagger, Stewart o Richards reclutaban fans. Hoy, la industria fashionista descubre, tira y pone a sus chicas a destajo, sin medir consecuencias. Cada día más jovencitas, y tal vez con menos talento, las hijas de los emblemas del rock system pisan fuerte en la pasarela.