Ishii enojado con Massa y Bruera, entre otros
Las campañas en varios distritos reflejaban, desde hace tiempo, que los intendentes estaban escondiendo la figura de quien financiaba la mayoría de las obras con las cuales ellos hacían campaña.
Indisimuladamente, la mayoría de los jefes comunales ponían sólo sus nombres en los territorios y la candidatura testimonial de la mayoría de ellos los liberaba de poner otro apellido para consolidar el voto. Y la gente, en muchos casos, tomó al pie de la letra semejante mensaje, que con los resultados puestos hizo estallar el piso 19 del hotel Interamericano, donde los Kirchner esperaban los resultados bonaerenses.
Al día siguiente fue su vocero y jefe de campaña en el territorio, el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, quien tradujo aquel estado de ánimo: “Varios intendentes jugaron a dos puntas para salvarse ellos”.
Sin embargo, la mirada crítica no cayó sobre aquellos “sospechosos” de encaminarse a una alianza futura con Unión Pro sino en varios de los que siempre se manifestaron parte del proyecto nacional.
En el ranking de cortes figuran al tope Berazategui, Tigre, La Plata, Ezeiza y Bahía Blanca, todos superiores al 10% de diferencia entre los candidatos locales con respecto a la lista que encabezaba Néstor Kirchner.
Fue el jefe de gabinete de ministros de la Nación, Sergio Massa, quien escuchó el primer reproche, fortísimo, la misma noche de la derrota. La acusación llegó de la boca del propio ex presidente, quien le recriminó que haya conseguido, con la lista “espejo” local, 14% más de votos que la lisita de diputados nacionales. Un pasito atrás quedó, con 13% de diferencia, Pablo Bruera, de La Plata, aunque el que más corte favorable recibió fue Juan José Mussi, cuya lista local recibió 16% más de votos que la de Kirchner – Daniel Scioli.
Producto de la fuerte inserción local y no del diseño de una estrategia pro corte, se salvaron de la derrota que obtuvieron las listas nacionales Hugo Curto, en Tres de Febrero y San Fernando, con Osvaldo Amieiro.
Quien dijo haberse “inmolado” por el proyecto fue el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, el impulsor de las candidaturas testimoniales en una reunión en la que Scioli les había dicho que él lo sería, dando la novedad del momento. Tanto a nivel nacional como en lo local el jefe comunal perdió por un punto contra Unión Pro.
Indisimuladamente, la mayoría de los jefes comunales ponían sólo sus nombres en los territorios y la candidatura testimonial de la mayoría de ellos los liberaba de poner otro apellido para consolidar el voto. Y la gente, en muchos casos, tomó al pie de la letra semejante mensaje, que con los resultados puestos hizo estallar el piso 19 del hotel Interamericano, donde los Kirchner esperaban los resultados bonaerenses.
Al día siguiente fue su vocero y jefe de campaña en el territorio, el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, quien tradujo aquel estado de ánimo: “Varios intendentes jugaron a dos puntas para salvarse ellos”.
Sin embargo, la mirada crítica no cayó sobre aquellos “sospechosos” de encaminarse a una alianza futura con Unión Pro sino en varios de los que siempre se manifestaron parte del proyecto nacional.
En el ranking de cortes figuran al tope Berazategui, Tigre, La Plata, Ezeiza y Bahía Blanca, todos superiores al 10% de diferencia entre los candidatos locales con respecto a la lista que encabezaba Néstor Kirchner.
Fue el jefe de gabinete de ministros de la Nación, Sergio Massa, quien escuchó el primer reproche, fortísimo, la misma noche de la derrota. La acusación llegó de la boca del propio ex presidente, quien le recriminó que haya conseguido, con la lista “espejo” local, 14% más de votos que la lisita de diputados nacionales. Un pasito atrás quedó, con 13% de diferencia, Pablo Bruera, de La Plata, aunque el que más corte favorable recibió fue Juan José Mussi, cuya lista local recibió 16% más de votos que la de Kirchner – Daniel Scioli.
Producto de la fuerte inserción local y no del diseño de una estrategia pro corte, se salvaron de la derrota que obtuvieron las listas nacionales Hugo Curto, en Tres de Febrero y San Fernando, con Osvaldo Amieiro.
Quien dijo haberse “inmolado” por el proyecto fue el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, el impulsor de las candidaturas testimoniales en una reunión en la que Scioli les había dicho que él lo sería, dando la novedad del momento. Tanto a nivel nacional como en lo local el jefe comunal perdió por un punto contra Unión Pro.