El reciente lanzamiento de la fundación del ex presidente Mauricio Macri trajo aparejado una serie de análisis, desde el punto de vista político y también desde el legal, cuando el diputado Rodolfo Tailhade afirmó que la fundación todavía no estaba inscripta como tal, pero más tarde un usuario de Twitter le recordó que la razón social de la fundación era otra: "Cambiar Es Posible en LatinoAmérica (CEPLA)".
Pero NOTICIAS analizó la página web del ex presidente desde el punto de vista de quién paga el alojamiento del sitio y según los registros públicos, el sitio mauriciomacri.org está alojado en el mismo servidor donde el partido PRO aloja sus portales.
Según el portal viewdns.info que provee herramientas para analizar sitios web, en el mismo servidor donde está alojada la web de la fundación de Macri también están los siguientes portales: pro.com.ar, cambiemos.com, jxc.com.ar y lamarchadelsisepuede.com.
Si se analiza a otros ex mandatarios del mundo que también tienen fundaciones como Barack Obama, Bill Clinton, Fernando Henrique Cardoso o José María Aznar, se puede apreciar que ellos tienen sus sitios alojados en servidores propios y no lo comparten con ninguna otra persona y mucho menos el partido corre con los gastos.
En el caso de otros referentes de Juntos por el Cambio como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal o Patricia Bullrich, sus portales no están alojados en los mismo servicios de hosting del partido.
Lo llamativo de la situación es que el sitio mauriciomacri.com.ar sí funciona dentro de un servicio de alojamiento individual, pero en el portal nic.ar, donde se registran los dominios de internet de Argentina se puede observar que quien paga por el dominio es el PRO. Es decir que en materia de tecnología, el ex mandatario tiene la situación un tanto desordenada, algo que probablemente haya que rever, si quiere, por lo menos en materia de sitio web, estar en línea con otros ex presidentes del mundo.
Cuando el río suena, agua trae. Desde que dejó el poder, en diciembre de 2019, Mauricio Macri se encargó sistemáticamente de ocultarse, de mantener un perfil bajísimo e intentó lavar una erosionada imagen para barajar y dar de nuevo. En estos 14 meses se encargó de viajar; de vacacionar en la Patagonia, una y otra vez; de asumir en un cargo en la Fundación FIFA; y cada tanto, salir a la luz para tantear su imagen en la opinión pública.
Pero ese tiempo de quietud parece haber terminado. Ahora, el ex presidente decidió utilizar la Fundación que lleva su nombre para intentar recomponer su imagen y luego ver si vuelve a pegar el salto a la política, aunque diga lo contrario. Fue el propio Fernando De Andreis, uno de los soldados más cercanos al líder de Juntos por el Cambio cuando ocupaba el sillón más importante de la Casa Rosada.
La fundación tendrá como base de operaciones unas oficinas en Vicente López, sobre avenida Libertador, un lugar amigable para la familia del ex presidente y que gobierna nada menos que su primo Jorge Macri. Entre el equipo de trabajo estable estarán el propio De Andreis, junto a Gabriel Sánchez Zinny -ex ministro bonaerense- quien estará a cargo de un equipo de docentes. La idea es brindar capacitaciones y programas en tres áreas: Educación para el futuro, Innovación con impacto social y Cambio Climático y Ambiente. La idea del equipo de Macri es que él mismo aparezca en algunas de esas actividades, a partir de febrero o marzo.
A la hora de ser consultados sobre esta iniciativa, desde el entorno del Jefe político de JxC afirman que buscan ser un "instrumento" para que Macri hará política, con los modelos de los ex presidentes Barack Obama, Bill Clinton, Fernando Cardoso, Alvaro Uribe y Michelle Bachelet. Algunas, como la de Clinton, trajeron denuncias y sobre todo opiniones cruzadas.
La pregunta del millón es si Macri finalmente intentará pronto buscar un cargo, algo que se viene mencionando desde que dejó el poder. El mismo entorno que hizo público la idea de la fundación afirma que no está en los planes de Mauricio para el corto plazo, aunque otros prefieren indicar que todo forma parte de una estrategia para presentarse solo si logra mejorar su alicaída imagen con la opinión pública.
El final de la historia todavía no se escribió. La lapicera la tiene en su mano Mauricio Macri y sólo él sabrá si la utiliza para firmar el cheque en blanco.