Martín Redrado suele recordar que renunció y no lo echaron. Una cautelar judicial lo volvió a poner como presidente del Banco Central cuando la entonces presidenta de la Nación Cristina Kirchner intentó destituirlo vía Decreto de Necesidad y Urgencia. Hacía casi seis años que el economista presidía el Central. Lo nombró Néstor Kirchner después del paso de Alfonso Prat-Gay, a quien despidió cuando le puso como exigencia la designación de dos directores. Con Kirchner aceptó el uso de reservas para cancelar la deuda con el FMI, pero no aceptó entregar dólares para el Fondo del Bicentenario que CFK solicitó para el pago de la deuda externa en 2009. En enero de 2010 Cristina Fernández pensó que sería fácil despedirlo por "incumplimiento de los deberes públicos". Redrado inició una causa judicial y recién desistió de la pelea con la Presidenta cuando la Cámara en lo Contencioso Administrativa avaló el uso de reservas. Hasta ahí, la historia del escándalo que duró un mes y mantuvo en vilo al Gobierno y a la City es conocida.
Una década después la Vicepresidenta se reunió con Redrado y conversaron largo rato. La cita, que fue revelada por el diario Clarín, tuvo lugar en el Senado después de la difusión de la carta pública en la que CFK habló de "funcionarios que no funcionan". En ese texto habló, también, del bimonetarismo argentino, del freno que sufre la economía, de la "incertidumbre", del endeudamiento, de la reestructuración de la deuda, de la cultura argentina por comprar dólares más allá de cualquier cuestión ideológica o posición social. "La Argentina es el único país con una economía bimonetaria: se utiliza el peso argentino que el país emite para las transacciones cotidianas y el dólar estadounidense que el país -obviamente- no emite, como moneda de ahorro y para determinadas transacciones como las que tienen lugar en el mercado inmobiliario. ¿Alguien puede pensar seriamente que la economía de un país pueda funcionar con normalidad de esa manera?", se preguntó.
"Ese funcionamiento bimonetario es un problema estructural de la economía argentina" remarcó la Vicepresidenta en el mismo texto en el que negó la sed de venganza que se le atribuye. Incluso recordó que para conformar el Frente de Todos y ganar las elecciones dejó de lado cualquier diferencia. "No hay demostración más cabal de ello que haber decidido con el volumen de nuestra representación popular, resignar la primera magistratura para construir un frente político con quienes no sólo criticaron duramente nuestros años de gestión sino que hasta prometieron cárcel a los kirchneristas en actos públicos o escribieron y publicaron libros en mi contra." ¿Quiso dar otra prueba con Redrado?
El ex funcionario que no llegó a ministro de Economía no sólo la enfrentó por la presidencia del Central. También testimonió en una de las causas que la tienen como acusada junto a Axel Kicillof por la venta de dólar futuro. Por el momento el proceso está suspendido después de que Justicia hiciera lugar a planteos de los acusados. "No podía ignorar lo que pasaba en el Banco Central", declaró él ante los medios después de haber explicado ante el juez Claudio Bonadio que se vendieron dólares a 11 y 12 pesos cuando en la Bolsa de Comercio se pagan 14. "Se trató de manipular el mercado cambiario, buscando generar ganancias artificiales sin ningún respaldo", describía cuatro años atrás. Habrá que ver si en el juicio lo vuelven a citar. Y cuál será la posición del ex funcionario que años después morigeró sus críticas.
La presidencia del Central fue el último cargo público que ocupó Redrado, a pesar de sus aceitados vínculos con referentes del macrismo y del peronismo. El año pasado tuvo charlas con el ahora presidente de la Nación, Alberto Fernández, con quien habla, aunque poco. Por el contrario, tiene un enfrentamiento histórico con tres albertistas como Miguel Pesce, hoy presidente del Central; la actual titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont y Cecilia Todesca, hoy vicejefa de gabinete de la Nación. Con quien mejor se lleva es con Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados: el vínculo es excelente.
En el Senado aseguran que no fue Cristina Kirchner quien quiso difundir el encuentro. Pero sí confirmaron la reunión que puede tener interpretaciones diversas. El primer análisis es que para volver al ruedo político en el actual gobierno el economista necesitaba quitarse el "veto" K. La segunda interpretación la tiene a ella como protagonista y va en línea con otras reuniones que gestó en su despacho para impulsar el acuerdo económico y social que promovió también en la carta pública. Con Redrado no hubo foto. Sí la hubo cuando recibió a los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino también en busca de superar la grieta que abrió entre ellos la Resolución 125.
En ese contexto podría haber sido intención de la Vicepresidenta conocer la visión del economista sobre los temas que la preocupan, por ejemplo sobre las críticas que hicieron contra Alberto Fernández los empresarios en el Coloquio de IDEA vía chat y mientras él exponía. Ella le había desaconsejado al Presidente que asistiera. Redrado es un asiduo participante en todas las ediciones empresarias. Y hombre de consulta de ese universo.
Justo en el marco de la visita de la misión del Fondo Monetario Internacional, la tercera interpretación de la charla apunta al giro más promercado de la gestión actual y ahí la Vicepresidenta podría valorar la visión de Redrado, que recomienda hablar menos sobre el tema cambiario. Coincide con la titular de la Cámara alta en que "el peso ha dejado de ser una reserva de valor".
También hay una visión más conspirativa, justo en el marco de los rumores de un posible reemplazo de Pesce. La respuesta la dio Martín Guzmán, enfrentado con el jefe del Central, que compartió una foto para desmentir tales versiones. "Hoy nos reunimos con el presidente del Banco Central Miguel Pesce, para coordinar las líneas de trabajo, previo a la reunión con el FMI. El equipo económico trabaja unido bajo la conducción del Presidente con un objetivo común: que la Argentina crezca y se estabilice", escribió el jefe de la cartera de Hacienda.
La pregunta es si el encuentro fue uno más con carga simbólica o si tendrá correlato con alguna decisión de gobierno.
Cerca de Redrado prefieren dejar la reunión en el ámbito privado. Sólo aseguran que fue "constructiva" y "mirando al futuro".
En la memoria K, más allá de las diferencias y el enfrentamiento que enfureció a ambos, quedan dos datos. El primero es el dólar a $3 que bajó Redrado a pedido de Néstor Kirchner, entonces Presidente. El segundo es la explicación que dio cinco años después sobre por qué lo puso como funcionario. "Estábamos renegociando la deuda externa privada. Teníamos que hacer la quita de deuda más importante que tuvo la Argentina, una quita de 70 mil millones de dólares. ¿Lo iba a poner a Kunkel de presidente del Central?", respondió en el programa militante "6,7,8". Ante una pregunta sobre si necesitaba a alguien que cayera bien al establishment, respondió que sí. "Puede resultar inexplicable", reconoció pero pidió: "Hay que desdramatizar, en ese momento histórico teníamos que ir paso a paso".
Fuente: Infobae