Lucas Ghi tomó el control del Municipio de Morón en diciembre de 2019, después de 4 años de Gestión de Ramiro Tagliaferro, el ex esposo de la gobernadora María Eugenia Vidal. En su segundo mandato al frente de este distrito del conurbano bonaerense, el intendente se encontró con un panorama muy distinto al que imaginaba. Encima, llegó la pandemia para trastocar todas las cuentas públicas y complicar aún más la acción de equilibrar las cuentas públicas.
En una charla exclusiva con 24CON, Diego Spina, Secretario de Gobierno de Morón, puso en cifras todo ese defalco que dejó la anterior gestión de Cambiemos en el distrito. "La gestión de Tagliaferro fue terrible. De un presupuesto anual de 5000 millones de pesos, nos dejó 1200 de deuda, por no pagar siete meses el contrato de recolección de residuos", contó el funcionario.
Un repaso por la actual situación que vive el Municipio por la pandemia, el contexto de país que se viene y todo el daño que debieron afrontar luego de cuatro años de Cambiemos.
-¿Cómo atraviesa el municipio la pandemia que azotan al mundo?
-La situación sociosanitaria la tenemos controlada dentro de un contexto desafortunado por demás. La temprana cuarentena nos permitió fortalecer los músculos del sistema sanitario. Hemos triplicado las camas, los respiradores y ubicamos una carpa lindera al hospital para poder distribuir a los pacientes. Hemos alquilado dos hoteles alojamiento para que los vecinos puedan estar aislados. Suponíamos al comienzo de la pandemia, que íbamos a tener cerca de 400 aislados y el hospital al límite, y es como estamos. Tenemos un 65% de las camas críticas ocupadas. Dentro de lo dramático de la situación, estamos en forma estable.
- ¿Qué plan van a implementar con las cuentas públicas en los meses siguientes?
-La situación de la recaudación es muy crítica, bajó muchísimo, no solo porque la gente no llega a pagar la tasa de servicio o porque los comercios no pueden pagar Seguridad e Higiene, sino porque decidimos eximirlos a todos los que debieron cerrar sus puertas porque no son esenciales, así que por estos meses ese ingreso no está. Por otro lado lanzamos créditos a tasa 0% (de unos 10 mil pesos para comercios chicos y barriales, y estamos tratando de lanzar una tasa covid, para reactivar la economía y así poder fortalecer la recaudación. Hay dos panoramas a atender: la de los comerciantes y también la de los vecinos. Por ejemplo, un jardín de infantes que ya no tiene matrículas y no llega a pagar los sueldos. Por suerte el Estado Nacional hace un enorme esfuerzo para ayudarlos con el 50%. Por la presencia del Estado no estalló la crisis social.
- ¿Cómo tomaron la importancia que cobraron los Intendentes en la mesa chica del Presidente?
- Lo que hace Alberto y el gobernador Kicillof nos parece extraordinario porque los gobiernos locales son la primera puerta de acceso del ciudadano al Estado. Los Intendentes son los que primero tienen el pulso de cómo la sociedad percibe su propia situación. Para nosotros es todo nuevo, esta pandemia planteó una situación impensada. Nuestro espacio había gobernado 16 años en Morón y luego nos tocó ser oposición por 4 años hasta que los vecinos decidieron que volvamos a ser gobierno. El caso de Lucas Ghi es uno de los pocos en la Argentina que vuelve después de 4 años a ocupar ese cargo. No encontramos con un mundo nuevo, un país nuevo y un municipio nuevo, que es un desafío interesante para todos nosotros.
- ¿Después de la gestión de Tagliaferro, como recibieron el Municipio?
- Heredamos un municipio desbastado, desorganizado y endeudado. Y en el medio la pandemia. Con un presupuesto anual de 5000 millones de pesos, en 2019 el intendente anterior nos dejó una deuda de $1200 M por no pagar la recolección de residuos en los últimos siete meses de su gobierno. Ese es el contrato más caro para el estado municipal, por lo que tuvimos que hacer frente a un escenario complejo en las cuentas y con un esquema administrativo cambiado. Habían creado un estado paralelo para robar.
- ¿Crees que esas maniobras eran locales o tenían el guiño del gobierno nacional?
- No tengo dudas, tal como lo dijo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando esta semana dijo que no persona más impune que Mauricio Macri. Nosotros percibimos empíricamente lo que hizo Cambiemos de la General Paz para acá. Imaginate la impunidad de Ramiro Tagliaferro, quien era el esposo de la Gobernadora María Eugenia Vidal. Nosotros sabíamos cómo habían cambiado el circuito de compras, como organizaron una red delictiva, como habían traído a sus amigos de CABA para que sean proveedores. Hicieron una estafa infernal acá en Morón, con una impunidad increíble. Eran muy difícil poder entrarles a la discusión política o hasta en lo Judicial, porque los jueces y fiscales no nos abrían la puerta para recibir las denuncias que podíamos presentar.
-¿Cómo catalogarías el paso del macrismo por Morón y a nivel nacional?
-El macrismo representa básicamente varias cosas. La unificación de la derecha en la Argentina, que por primera vez accede al gobierno por el voto popular. Habían entendido que había que democratizarse, que todas las maldades que ellos pensaban con respecto a la sociedades anónimas tenían que ser a través de la democracia clásica. Por primera vez se sintetiza el todo el odio anticlase, anteperonista y antipopular en la misma expresión que fue Cambiemos, una banda dedicada al robo de las arcas públicas.
-¿Qué maniobra definió en Morón toda esa estafa de Tagliaferro?
-Ellos hicieron un trabajo interesante en lo que tiene que ver con Obras públicas. En luminarias aunque nosotros sabíamos que lo hacían porque eran de sus propias empresas, la de Caputo y de Macri. De ahí se llevaban sobresueldos y la plata negra. Trabajaron con gran desprecio en temas sociales: desarmaron toda la red de contención social, con el sistema sanitario, desarticularon todo lo que tenía que ver con políticas de derechos humanos, trabajaron fuertemente en romper con pautas lógicas culturales de la comunidad, donde había que desprestigiar a la educación pública y a la salud pública. Eran CEOS de empresas que vinieron a romper como decían ellos con 70 años de historia. Por suerte no les alcanzó pero rompieron mucho y dejaron un daño enorme.
-¿Queda algo de esa fuerza acá en Morón?
-El bloque rompió en su mayoría con Ramiro Tagliaferro. Muchos de sus principales colaboradores salieron a denunciar las maniobras individuales del ex intendente. Hay concejales que fueron electos en 2019 en su espacio que decidieron renunciar al bloque y formar otros. Pero también puestos sensibles en su gestión decidieron dejarlo de lado, como Jefe de Legal y Técnica, ex funcionarios de Economía que dicen haberse dado cuenta ahora del defalco y los hechos corruptos de Tagliaferro, con lo cual en Morón están más desarticulado que lo que uno ve a nivel provincial y nacional. No eran gente del Conurbano, estaban de paso y el 100% de su gabinete no era del Municipio y el 80% no era de Morón, por lo que perdieron y desaparecieron.
-¿Si tuvieras que hacer un ranking de los 3 temas de gestión que más los preocupa, cuáles serían?
-Sin dudas que la situación económica para un papá que lo echaron del trabajo y no sabe cómo le va a dar de comer a sus hijos siempre es lo central. Y después atacar las insatisfacciones producto de esa endeblez en la economía y en el sistema laboral que te lleva a pensar en otras preocupaciones. La inseguridad es una de ellas, la desigualdad social y económica. Pero sin dudas, sin importar el orden, economía, seguridad y salud son los tres temas más preocupantes para la sociedad.