Según la propia página del Gobierno de la Ciudad, la Escuela Taller del Casco Histórico es un lugar de formación en artes y oficios orientada a la conservación y restauración de bienes culturales de valor patrimonial y a la producción de objetos de elaboración artesanal. Los alumnos aprenden técnicas de producción de objetos en yeso con moldes tradicionales destinados a la ornamentación de espacios públicos exteriores e interiores, técnicas de restauración de mobiliario en madera, elaboración de instrumentos de cuerdas, desarrollo y resignificación de la técnica mural de esgrafiado, utilización de resina poliéster para elaboración de réplicas y moldes y desarrollo de prácticas de albañilería de obra especializada en restauración edilicia.
Sin embargo, durante el fin de semana, sin importar los fallos judiciales y actuando con total impunidad, el Ministerio de Cultura de CABA, a cargo de Enrique Avogadro, fue protagonista de un acto grave que cobró notoriedad.
En plena pandemia, y con la oscuridad que trae la noche, el último sábado la cartera de Avogadro organizó la mudanza clandestina del mobiliario y herramientas de la escuela del Casco Histórico de la calle Brasil al 300.
Cabe destacar que la mencionada escuela está judicializada, ya que el gobierno porteño busca demolerla con el fin de entregar el codiciado terreno a negociados inmobiliarios.
El plena noche, y con el acto in fraganti, una vecina vio el operativo, llamó a los estudiantes -que vienen resistiendo para que la escuela continúe activa-, estos se presentaron con una denuncia policial y consiguieron detener el vaciamiento del edificio.
No es la primera vez que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intenta maniobras a escondidas de las comunidades educativas. Hace un año, Horacio Rodríguez Larreta intentó una maniobra similar en la lucha por el "No al Cierre del Jardín del Hospital Ramos Mejía", donde llegaron camiones a vaciar el edificio en medio de un proceso judicial.