Tanto el Padre Pepe Di Paola, como su amigo el Papa Francisco, tienen un largo y triste historial en este mundo: Pepe fue espiado por el Proyecto X, durante el kirchnerismo, y el Pontífice, cuando era Bergoglio, tenía que levantar al tope la radio cuando lo iban a ver a su despacho en el arzobispado de Buenos Aires. Incluso en una oportunidad le hackearon el mail.
Ahora la historia se repite, pero de nuevo como tragedia. Pepe integra la lista de los hombres de la Iglesia que supuestamente fueron espiados por la AFI macrista. En ese tándem también están el padre Francisco "Paco" Oliveira, del grupo de Curas en la Opción por los Pobres, y el monseñor Jorge Lugones, el jesuita que es obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Pastoral Social. Estos últimos dos, a diferencia de Pepe, tienen una clara cercanía con el peronismo: "Paco" milita las ideas del kirchnerismo, y Lugones, íntimo del Papa, viene de una familia con larga data en el peronismo. También hay rumores sobre un importante obispo, muy cercano a Francisco, que también habría sido espiado.
Pepe cuenta que no sabe por qué lo espían. "Sólo van a encontrar el trabajo que hacemos desde nuestro lugar", cuenta, sorprendido, y se pregunta: "¿Será para seguir a Bergoglio?". Sobre cómo funcionaba la AFI macrista y los espionajes ilegales.
"Siendo las 9.14 del 13 de agosto, se observa, por personal a pie que se encontraba en las inmediaciones del domicilio antes mencionado, una persona de similares características físicas al objetivo. El mismo se encontraba hablando por teléfono celular sobre la calle San Martín de Tours de la Ciudad de Buenos Aires. Posteriormente se observa que se monta a un taxi y emprende el rumbo". Este textual está escrito en un parte de inteligencia hecho por uno de los agentes que tenía a su cargo el seguimiento al vicejefe de Gobierno porteño. Junto con la descripción de la escena había adjuntada una imagen de Diego Santilli hablando por teléfono.
Las imágenes son más que contundentes y son apenas una pequeña parte de toda la información que se acumula en el Juzgado Federal Nº 1 a cargo de Federico Villena, el magistrado que investiga la red de espionaje ilegal formada por agentes orgánicos de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), durante la gestión de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, en el pasado Gobierno de Mauricio Macri.
Otro de los espiados fue Nicolás Massot, por esos años jefe de bloque de Cambiemos y uno de los integrantes de la llamada "ala política", donde compartía lugar con Emilio Monzó, Rogelio Frigerio y Sebastián García de Luca, entre otros. De Massot hay informes donde constantan su domicilio y fotos sacadas desde una distancia prudencial mientras se sube a un auto.
El seguimiento a Santilli incluyó partes de información que involucraban a su esposa Analía Maiorana, donde daban detalles de sus movimientos cuando montaban guardias en el frente de su casa a la espera de la salida del vicejefe de Gobierno. Según fuentes del caso la vigilancia a Santilli habría incluído información que tenía como origen a Martín Terra, ex marido de Maiorana y amigo personal de Gustavo Arribas.
Estos datos le serán expuestos tanto a Santilli como a Massot cuando se presenten en el juzgado de Villena, en los próximos días, debido a que ya fueron notificados como víctimas del seguimientos. Entre las últimas novedades del caso está que fueron notificados del espionaje la vicepresidenta Cristina Kirchner, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el sindicalista Hugo Moyano, el obispo monseñor Jorge Lugones, entre otras figuras de renombre. Por otro lado, esta tarde el magistrado fue recusado por la defensa de los agentes Facundo Melo y Leandro Araque encabezada por el abogado Fernando Sicilia.
En el último número de la revista Noticias, de Editorial Perfil, publica un artículo en donde describe detalles del espionaje M, y publica una foto que habrían sacado los agentes de la Agencia Federal de Inteligencia, en donde se ve comiendo a Emilio Monzó y Horacio Rodríguez Larreta.
Fuente: Revista Noticias