Zamora advierte que esta crisis es peor que la de 2002, y pide que el costo "no se pague en cuotas"

El gobernador de Santiago del Estero analizó los alcances del coronavirus en Argentina y salió al cruce con la gestión anterior.

 El gobernador de Santiago del Estero se refirió a la sucesión presidencial, a la posibilidad de una crisis similar a la que ocurrió en 2002, y criticó con duras expresiones la gestión de Mauricio Macri en la presidencia. "Macri hizo más populismo que nadie. Subió los planes sociales, tiró dinero, regaló dinero", sostuvo Gerardo Zamora, en una entrevista con el periodista Jorge Fontevecchia en su programa Periodismo Puro.

-Volviendo a su comparación con la crisis de 2002, usted considera esta peor... 

-En términos económicos es peor que la de 2002. Entonces, no había un contexto tan combustible porque la recesión ya tenía más tres años y era muy dura. Aquí se la paró con endeudamiento y es una bomba. Crearon la tormenta perfecta. Es algo más que mala praxis. Es algo que la supera. Un ejemplo es lo que hicieron con el déficit fiscal. No lo eliminaron bajando gastos o subiendo ingresos. Se lo cubrió con déficit. Podría haberlo hecho de dos formas: haber emitido dinero o haber pedido prestado dinero. Decidió la segunda posibilidad, tomar dinero prestado en dólares. Y por cada dólar que tomó emitió casi 19 pesos en su momento. La ortodoxia dice que la inflación es una cuestión monetaria. Si hay demasiado dinero se produce una oferta excesiva del mismo y por lo tanto inflación. Pero si yo tomo dólares y emito ese dinero, ese billete tiene respaldo, por lo tanto la base monetaria está equilibrada. Esta gente tomó dólares, emitió dinero y dejó fugar los dólares, lo mismo que haber emitido dinero pero sin tomar deuda. Tenemos que pagar los dólares, es el problema que tenemos ahora. Lo que hicieron raya en lo delictual. El dinero empezó a generar inflación y lo trataron de bajar aspirándolo primero con Lebac, después con Leliq. Primero al 25%, después al 30%, 35%, 70%, 75%, entonces realimentaron con más déficit fiscal la inflación. La tormenta perfecta. Ese es el país que acaba de heredar Alberto Fernández. 

-¿Puede darse un escenario institucional como el de 2002? 

-La gente maduró. La Argentina se mueve en una cuestión binaria: populismo-antipopulismo, o liberalismo o neoliberalismo contra progresismo o estatismo . A quienes militamos con una idea diferente de la neoliberal nos endilgan el mote de populistas. Pero no sabemos explicar qué es el neoliberalismo. La gente entiende que el neoliberalismo es un exceso de liberalismo o exceso de libertades o libertad de mercado. El neoliberalismo es tan estatista y tan populista como el populismo mismo. Cuando hablaba recién acerca de que el Estado permitía tasas de interés altas para aspirar el dinero y con eso las fugas de capitales a través del carry trade, eso es algo que hacía el neoliberalismo. No lo hacía el mercado, lo hacía el Estado. 

-¿Macri era populista? 

-Macri hizo más populismo que nadie. Subió los planes sociales, tiró dinero, regaló dinero. Generó el neoliberalismo financiero, que es utilizar el Estado para generar cosas como que el Estado argentino llegó a pagar mensualmente un 5% en dólares. Estamos pagando la bicicleta financiera. Eso es lo que significa Macri. Es algo que afirmé durante los cuatro años de su gestión. No ahora. 

-¿Será posible que el coronavirus genere en la clase política argentina una necesidad de unión como en 2002, que una a los argentinos luego de un desastre monumental? 

-Ojalá que esta desgracia sirva para eso. Y si no ocurre en términos políticos, tiene que ocurrir en términos de actividad conjunta. El coronavirus no tiene nada que ver con la política. La imagen de Alberto Fernández con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta juntos es un buen ejemplo. Demuestra una actitud de todas las partes. Es algo que los pone a todos en un lugar meritorio. Y además cumplen con su obligación, que es trabajar conjuntamente. Lo que se juega en estos momentos es la vida de la gente y la economía del país. Hacer que los resultados sean lo menos negativos posible. Se pone en juego la vida de mucha gente. En Italia deben elegir quién vive y quién muere. Están optando entre los viejos. No hay sistema de salud que pueda contener un virus que no tiene una cura todavía. Lo único que se puede hacer es tomar medidas paliativas para que pase el período de la neumonía. -

¿Quiere dejar un mensaje final? 

-Soy una persona de muy bajo perfil. No doy muchas entrevistas ni hablo mucho. -Pero en el caso del coronavirus se hace notar. -No fue esa la idea. Lo que sí le puedo decir es que me he sentido muy a gusto y muy honrado por la invitación, le agradezco mucho, lo felicito por este importante medio. Ya lo conocía, digamos, pero nunca dejo de sorprenderme. Lo que puedo decirle es que la grieta es un mal negocio político a esta altura. No sirve para nada, no sirve para nadie y ojalá que los argentinos podamos superarla. Más que el coronavirus, el tema es la responsabilidad. La responsabilidad por encima de cuestiones subalternas. Es feo pensar que eso empieza a partir de una desgracia. Pero quizá nos muestre la mejor parte de nosotros, lo mejor que tenemos. 


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