En tiempo de crisis, y mucho más cuando las arcas no están ni por asomo cerca de desbordarse, cuesta pensar que alguien pueda regalar ni siquiera un peso. Claro que cuando la suma asciende a 16 mil millones hasta el más iluso pensaría que hay algo equivocado o creería que todo es producto de una broma. Pocos meses antes de que finalice el mandato de Mauricio Macri, el Estado Nacional cedió al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, su socio político, su sucesor en la Ciudad y miembro de la mesa chica de Cambiemos, nada menos que 31 inmuebles.
Lo más llamativo o peligroso es que todos esos bienes fueron cedidos a la Ciudad un día después que Alberto Fernández arruine los planes de Macri de poder dirigir los destinos del país por otros cuatro años. Se trata de terrenos top del Paseo del Bajo, los viaductos Mitre y San Martín y playas ferroviarias de Caballito y Palermo, con terrenos que aumentaron exponencialmente su valor y podría servir de manera perfecta para emprendimientos de lujo.
"Encontramos una enorme discrecionalidad en una cantidad de inmuebles cedidos a la Ciudad de Buenos Aires. Esto comienza con un DNU del día siguiente a la derrota electoral de Macri, el 28 de octubre, que le permitía a la Agencia dar los bienes en compensación de deudas que tenga la Nación con la Ciudad", explicó Martín Cosentino, el flamante titular del la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
Alberto Fernández decidió dar otro gesto político contra Larreta y en medio de rispideces por la coparticipación porteña, el gobierno decidió borrar con la mano, lo que Macri había escrito con la mano antes de irse de la Rosada. Además, instruyó a la AABE a "revisar en un plazo no mayor a sesenta días, la legalidad de los procesos, a fin de que en caso de detectarse vicios que puedan implicar su nulidad así como eventuales hechos o actos ilícitos, se proceda a deslindar las correspondientes responsabilidades administrativas, civiles y/o penales".