La elección a jefe de Gobierno porteño será el 27 de octubre, el mismo día de los comicios presidenciales. Así lo confirmaron fuentes del gabinete porteño, un día después de que María Eugenia Vidal decidiera no desdoblar la elección de gobernador bonaerense,
"Decreto no hay, pero es un hecho que se viene", respondieron a Infobae las fuentes del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para ratificar que, por primera vez, los porteños elegirán presidente y jefe de gobierno el mismo día.
Esto pone punto final a las especulaciones políticas en torno a los comicios y ratifica la postura de Cambiemos, impulsada por Marcos Peña y Jaime Durán Barba y avalada por Mauricio Macri, de que los tres candidatos para retener los tres principales distritos irán juntos "a matar o morir".
En el caso del gobierno de Rodríguez Larreta, permite asociarse la decisión a una cuestión política ya que, históricamente desde 1996 -sucedió en 2015 con los mismos candidatos- Ciudad y Nación fueron por separado. Esto es una muestra de apoyo al Presidente y una manera de ratificar su liderazgo.
Además, el distrito porteño siempre fue el fuerte del PRO, por lo que, creen en la Casa Rosada, una boleta con ambos candidatos ayudaría a Mauricio Macri a ganar electores. Sin dudas, la gestión de Larreta está más valorada que la del Presidente.
Lo del Vidal también fue tomado así, aunque desde la gobernación esgrimieron distintos argumentos: "No queremos que la gente vaya más veces a a votar, no nos parece cambiar las reglas de juego a poco de la elección y es más costoso. La decisión se tomó pensando en los bonaerenses. Pensando en ellos y sin especulación electoral".
Lo cierto es que dentro del gabinete de la gobernadora, encabezado por su jefe, Federico Salvai, siempre estuvo la idea de desdoblar para favorecer la reelección de Vidal, ya que ella tiene mejor imagen que Macri. El otro argumento era que la unificación hacía competitivo a cualquier candidato peronista ya que Cristina Kirchner, en caso de ser candidata a presidente, traccionaría muchos votos.
En cambio, en la mesa política del PRO siempre estuvieron convencidos de que la popularidad del jefe de Estado mejorará para mediados de año, acompañada por un repunte de la economía. Por eso no veían necesario separar los comicios, que Vidal se imponga en Buenos Aires y que luego acompañe a Macri en sus recorridas para apuntalarlo con su buena imagen y y un triunfo en sus espaldas.