Después de largos días de tensión y trabajo diplomático por la cumbre de líderes del G20, el presidente Mauricio Macri bajó los decibeles y estuvo descansando en la villa turística de Chapelco, en la provincia de Neuquén, junto a la primera dama Juliana Awada.
Macri disfruta de unas minivacacionesj en el lujoso Chapelco Golf & Resort, uno de sus lugares predilectos para recuperar energías. El sitio lo visita asiduamente desde que era presidente del Club Boca Juniors, hace 12 años, y allí volvió a jugar al golf en estos días en las canchas diseñadas por el múltiple campeón Jack Nicklaus.
El dato de color más resonante del pequeño receso fue el paseo de compras que protagonizó Juliana Awada por el centro de San Martín de los Andes.
En esa caminata, la primera dama cautivó a los turistas y a los empleados de Alfredo Bernhard, propietario del local El Regional. Custodiada por un importante operativo de seguridad, Awada entró este jueves a las 11 de la mañana con dos amigas al comercio y compró varios productos regionales: alfajores, chocolates, dulces artesanales y "té en hebras", un producto que "le encanta", comentó el dueño.
"Le comenté que fue muy bueno poder felicitarla por haber sido una anfitriona de lujo durante la Cumbre del G20, y agradecerle por haber dejado tan buena imagen de nuestro país ante el mundo. Es una persona excepcional, muy simple, muy dada", añadió Bernhard en diálogo con este medio. La visita finalizó con algunas fotos que se sacó la primera dama con las empleadas del local, con quienes "conversó sin problemas".
Macri y Awada llegaron el miércoles pasado a la región patagónica, sin recepción protocolar. Fue todo en un marco de perfil bajo, al punto de no existir contacto político público con referentes de la provincia.
El complejo Golf & Resort es propiedad de la familia Taylor y fue el lugar elegido por Macri para su cumpleaños 58 que celebró el año pasado. Está ubicado sobre la ladera de la montaña. Con una vista panorámica a la cordillera, el volcán Lanín y el lago Lácar, el paisaje servirá para relajar las tensiones que el propio Presidente confesó sobre el cierre de la cumbre. "Son dos días que ya estoy muerto, muerto" dijo en una conferencia de prensa realizada el sábado anterior.
Fuente: Infobae