Un ciudadano argentino intentó ingresar al país con una encomienda proveniente de China que contenía cinco silenciadores para armas de fuego y fue descubierto por agentes de la Dirección General de Aduana.
Los silenciadores habían sido acondicionados con mangueras para parecer filtros de combustible y evitar ser detectados. La Aduana inició una investigación en el marco de su plan de lucha contra el crimen organizado.
Los silenciadores para armas de fuego están estrictamente prohibidos en el país por la ANMAC (Agencia Nacional de Materiales Controlados).
Agentes especializados de la Aduana apostados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza realizaban procedimientos de control sobre encomiendas provenientes de China cuando un paquete les llamó la atención. Los silenciadores estaban declarados como filtros de combustible valuados en aproximadamente 170 dólares e, incluso, habían sido acondicionados con una manguera para ocultar su verdadero uso.
Especialistas de la Aduana estiman su valor real en cerca del doble del documentado. Finalmente, dado que el artículo 16 de la Ley Nacional de Armas y Explosivos establece que no "podrá efectuarse ninguna clase de actos" con mercaderías de ese tipo, los elementos incautados serán destruidos.