Un perro se estaba comiendo la pierna de la mujer descuartizada

El hediondo olor sobrevolaba esa mañana en la ochava de Alberdi y Pedro Goyena en San Miguel. En la escena del crimen sólo quedaba un amorfo montículo de tierra, el cigarrillo de algún posible testigo a medio terminar y cientos de mosquitos. Allí, a las 6:45 del martes, una joven apareció seccionada en tres partes y envuelta en el mismo número de bolsas de consorcio. Se la estaban comiendo los perros cuando el basurero la encontró.

Cuadrícula, tatoos y otros menesteres

Muñíz, el paquete barrio de casas quintas donde ocurrió el hecho, se desayunó con la tétrica escena. La bonaerense llegó tras el aviso que “H”, un empleado de Covelia S.A, el servicio de recolección de basura, dio al toparse con tremendo hallazgo. “Un perro se estaba comiendo un pedazo de carne y agujereó la bolsa. Cuando la fui a levantar se salió otro pedazo de adentro y ahí me di cuenta de que no era algo normal”, dijo en exclusiva a 24CON.

Había un cuerpo trozado, dividido en tres y dispuesto en tres bolsas de consorcio diferentes. Según los primeros que la vieron “la chica estaba amordazada, con la cabeza tapada y marcas en las muñecas como si hubiese estado atada”.

¿Se trató de un ajuste de cuentas? ¿Un asesinato narco? ¿Sería tal vez la venganza de algún amor despechado? Los restos de la joven esperaban en esa esquina a ser procesados por el camión. Pero el final del crimen perfecto nunca llegaría a buen puerto para sus autores.

Cuando los uniformados llegaron, nada había cambiado en el montículo salvo la muchedumbre de vecinos que se había agolpado para ver la negra postal. “La policía científica sacó el cadáver de las bolsas y lo armó en el piso”, aclaró el muchacho a este medio. Según él, la víctima de sexo femenino estaba “cortada por alguien con conocimiento en el tema, un carnicero quizá, porque tenía cortes en las rodillas y en la cadera y ningún órgano se había desparramado”.

Dudas. Fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron a 24CON que el cadáver tenía una serie de tatuajes en el cuerpo que podrían dar pistas para su reconocimiento. Era de tez blanca, pelo corto y color ébano. No quisieron ahondar en el tema. Un vecino que se apersonó en dicha esquina tiró una piedra fundamental para la investigación: “La piba tenía tatuada una hoja de marihuana en la pierna, un tribal en la espalda, un punto en la mano y el nombre Omar en el antebrazo”.

El nombre. La principal pista que, según barajan los investigadores, los llevaría a dar con alguien que pueda identificarla. Incluso, dicen, Omar podría tratarse del “carnicero” que la descuartizó. Los basureros suman porotos a este cúmulo de sospechas y dicen que podría tratarse de alguien “que conozca nuestra cuadrícula (el recorrido que cada camión realiza por las noches) porque sabía bien que en ese paso nosotros procesábamos la basura”. Deslizaron que también pudieron haber sido seguidos de cerca “analizando nuestros movimientos”, reconocieron.

Sin embargo, la policía maneja otra versión. "Seguramente, la persona que arrojó las bolsas aprovechó la lluvia torrencial de la noche", dijo a Télam un alto jefe que participaba de la pesquisa.

El investigador aclaró que "el trabajo ahora es identificar a la víctima para poder, luego, reconstruir los últimos pasos y poder llegar al autor".

El hecho es investigado por personal de la comisaría 1 de San Miguel, la Jefatura Distrital y la Delegación de Investigaciones de la zona, como así también por un fiscal de turno descentralizado de Malvinas Argentinas.

 

Encuentran a una mujer descuartizada en tres bolsas de consorcio
Un vecino dio aviso a la policía debido al olor a podrido que había en una esquina. Según dijeron a 24CON, "la mujer tenía un tatuaje con un nombre y se cree que sería un crimen pasional".