Quisieron triturar a un sereno en Laferrere

Al no encontrar dinero en la fábrica se ensañaron con el empleado. Lo golpearon lo violaron y trataron de triturarlo con una maquina mezcladora.

La noche se cernía sobre la localidad de Gregorio de Laferrere. La amargura por el resultado del encuentro futbolístico entre Argentina y Brasil inundaba los pensamientos de “Carlitos” tal cual el disminutivo afectivo como lo llamaban sus compañeros de la cooperativa Cerámicas Palmar.

En lo que parecía ser una ronda más de las muchas que le tocaban hacer por noche, el sereno fue atacado por al menos dos delincuentes que intentaron robar la fábrica. Lo golpearon, lo torturaron, lo violaron con un palo y luego intentaron triturarlo con una máquina de la fábrica.

"Le hicieron una cama terrible. Uno de los tipos hizo un ruido en un lugar, y cuando Carlitos salió lo atacaron por otro lado, para que no se pueda defender. Lo empalaron. Así de terrible y espantoso. Aparentemente, lo hicieron porque buscaban plata, y como no había nada en la fábrica se vengaron haciéndole de todo", contó un compañero de la víctima. El trabajador fue encontrado horas después del ataque, dentro de una enorme mezcladora de tierra y arena. "Creyeron que estaba muerto. Estaba inconsciente, muy mal herido. Lo tiraron en la máquina para desaparecer el cuerpo, pero no encontraron las llaves de la mezcladora para encenderla" explicó otro empleado.

La fábrica de ladrillos Palmar se encuentra en el kilómetro 27 de la ruta 3 y desde el 2002 es gerenciala por sus propios empleados como una cooperativa. "Acá todos hacemos de todo. Carlitos es un obrero de toda la vida de la fábrica, y es uno de los fundadores de la cooperativa. Este sábado le tocó hacer la guardia nocturna", dijo uno de sus compañeros y continuó "Llegó temprano para ver el partido entre Argentina y Brasil, por televisión. Comió con otro compañero y cuando terminó el partido, el otro muchacho se retiró. Carlitos quedó solo, y empezó a dar vueltas por la fábrica. Nosotros hacemos la seguridad, pero no tenemos armas, ni nada. Cuando pasa algo raro, llamamos a la policía".

El sereno se encuentra en terapia intensiva en la Clínica Indarte de San Justo recuperándose de las heridas aunque según sus compañeros está muy afectado psicológicamente, sufre ataques de pánico y cuando se despierta grita.
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